El 5 de noviembre de 2024, Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos y posteriormente comenzó a formar su segundo equipo de transición. Sin embargo, en comparación con los equipos de transición de presidentes anteriores, el equipo de Trump se retrasó, lo que dio lugar a diversas especulaciones del mundo exterior. Desde la creación del equipo de transición hasta la toma de posesión oficial de Trump, los diversos acontecimientos durante este período no sólo centraron la atención de la gente en las operaciones diarias de la transición, sino que también involucraron algunas cuestiones políticas y administrativas más amplias.
Trump anunció oficialmente el establecimiento de un equipo de transición el 16 de agosto, un momento que fue considerado inusualmente lento.
Después de que Trump fuera nominado formalmente como candidato en la Convención Nacional Republicana de 2024, no comenzó a formar un equipo de transición hasta mediados de agosto, menos de tres meses antes de las elecciones. Muchos analistas creen que tal demora no tiene precedentes. . En el pasado, muchos presidentes iniciaron el proceso de transición ya en la primavera, lo que no sólo garantizó una toma de posesión sin problemas del nuevo gobierno, sino que también mantuvo la continuidad de las operaciones gubernamentales hasta cierto punto.
En el proceso normal de transición, el presidente electo generalmente firma previamente una serie de acuerdos de ética y transparencia.
Sin embargo, el equipo de transición de Trump fue extremadamente cauteloso a la hora de firmar acuerdos de ética y transparencia, e incluso se negó a firmar acuerdos estándar. Según informes, el compromiso ético interno firmado por el equipo de Trump fue más relajado que los contratos de otros candidatos, lo que condujo directamente a la incapacidad de la Administración de Servicios Generales de Estados Unidos para proporcionar el apoyo de transición necesario, como espacio de oficina y equipos de TI.
La organización Princeton Partners for Public Service calificó el retraso en un informe como "un riesgo masivo e innecesario para la seguridad nacional".
La organización advirtió que tal retraso podría afectar la seguridad nacional porque los recursos y la ayuda del gobierno de transición no llegaron a tiempo. Además, el equipo de transición de Trump enfrenta tensiones internas, en particular por conflictos de intereses entre algunos de sus miembros principales.
Con la llegada de noviembre, el equipo de transición de Trump comenzó a recibir gradualmente la ayuda federal para la transición. La demora en este proceso ha atraído una amplia atención y discusión dentro y fuera del círculo político. De hecho, en circunstancias normales, el equipo de un candidato que pierde las elecciones no se enfrentará a una situación tan difícil.
El equipo de Trump no firmó el acuerdo de transición hasta el 26 de noviembre, lo que permitió a su personal comenzar a trabajar con agencias federales.
La firma significa que el equipo de Trump puede acceder legalmente a información importante del gobierno y comenzar a seleccionar a los miembros del gabinete, pero en este momento muchas tareas de transición están seriamente retrasadas. Los errores clave en el juicio y el momento elegido para la planificación conjunta de la transición plantearon aún más dudas sobre la eficiencia de la administración Trump.
Durante este período de transición, Trump ha declarado en repetidas ocasiones que pondrá fin rápidamente a la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta promesa ha dado muchas esperanzas a los votantes, pero también ha aumentado la presión sobre su equipo. Debido a retrasos en el tiempo, la promesa de Trump no se cumplió y se convirtió en otro tema de burla.
El New York Times informó que Trump no ha hecho ningún esfuerzo sustancial para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania desde su elección.
A medida que se desarrolla el proceso de transición, el equipo de Trump comienza a realizar nombramientos y selecciones en diversas áreas. Aunque las nominaciones para algunos puestos clave se hicieron rápidamente, no se logró una buena estructura organizacional ni una transición eficiente.
Muchos observadores atribuyen el retraso de la transición de Trump a su propia insatisfacción con los procedimientos políticos tradicionales y a su actitud de desafío a los mismos. ¿Significa esto que las futuras transiciones políticas requieren un nuevo modelo operativo? ¿Quizás esta sea otra oportunidad de reflexión provocada por Trump?