En el campo de la química, el peróxido de hidrógeno (H2O2) y sus derivados siempre han jugado un papel importante. Estos peróxidos no sólo se utilizan ampliamente en los laboratorios, sino que también encuentran un lugar en la vida diaria como limpiadores y blanqueadores. Las propiedades químicas de los peróxidos y la amplia gama de usos de sus derivados los han convertido en materiales indispensables para la investigación científica y la producción industrial desde el siglo XIX.
Los peróxidos son compuestos metálicos que contienen radicales peróxido unidos de forma iónica o covalente (O2^2−). Los compuestos de esta gran familia se pueden dividir en tipos iónicos y covalentes. La mayoría de los peróxidos de metales alcalinos y alcalinotérreos pertenecen a los primeros, mientras que los hidroperóxidos y el peroximonosulfato (H2SO5) representan los segundos. Al analizar los peróxidos de diferentes metales, se puede encontrar que sus propiedades químicas y usos varían mucho.
El peróxido está compuesto por dos átomos de oxígeno conectados por un enlace simple. La estabilidad de esta estructura tiene un profundo impacto en su reactividad química.
Los peróxidos se preparan principalmente mediante la reacción de oxidación de elementos. Por ejemplo, el peróxido de litio (Li2O2) se puede sintetizar haciendo reaccionar hidróxido de litio con peróxido de hidrógeno. Esta reacción demuestra el potencial de los peróxidos en la síntesis química.
El peróxido de bario (BaO2) se produce oxidando óxido de bario (BaO) a alta temperatura y presión, un proceso que demuestra el uso histórico de peróxidos en la generación de oxígeno.
El peróxido es relativamente reactivo. Bajo la influencia de ácido diluido o agua, liberan peróxido de hidrógeno. Esta reacción no es sólo uno de los usos cotidianos de los peróxidos, sino que también demuestra su importancia en las transformaciones químicas.
Los peróxidos de metales de transición son más raros que otros tipos de peróxidos, pero aún exhiben propiedades especiales en ciertas reacciones químicas. Por ejemplo, el peróxido de óxido de cromo (VI) demuestra el papel de los peróxidos en los complejos metálicos, mostrando que los peróxidos pueden actuar como ligandos bidentados capaces de participar en una variedad de reacciones químicas.
Muchos peróxidos inorgánicos se utilizan para blanquear textiles y papel y como aditivos en productos de limpieza. A medida que aumenta la conciencia ambiental, la gente se inclina más a usar peróxidos en lugar de compuestos a base de cloro, lo que muestra el potencial de los peróxidos para un uso generalizado en la vida diaria.
En submarinos y naves espaciales, ciertos peróxidos se utilizan para generar oxígeno a partir del dióxido de carbono exhalado, lo que demuestra no solo el poder de los peróxidos sino también su valor en ambientes extremos.
La historia de los peróxidos se remonta al siglo XVIII, cuando Alexander von Humboldt sintetizó el peróxido de bario en 1799, allanando el camino para su aplicación. Luego, en 1811, Louis-Jacques Tanner se dio cuenta por primera vez del potencial de los peróxidos en la preparación de hidroperóxidos. Aunque los primeros intentos de producción industrial fracasaron, el establecimiento de la primera fábrica de hidroperóxidos en Berlín en 1873 demostró la importancia de estos compuestos.
La amplia gama de usos del peróxido de hidrógeno y sus derivados en la ciencia y la industria lo han convertido en una sustancia química importante y, a medida que avanza la tecnología, la gama de aplicaciones potenciales del peróxido seguirá ampliándose. En el futuro, ¿el peróxido desempeñará un papel más importante en una gama más amplia de campos?