Al explorar la fisiopatología de la enfermedad de Parkinson, los científicos descubrieron que el factor clave que conduce a la muerte de las neuronas de dopamina está estrechamente relacionado con la agregación de proteínas en el cerebro. Después de que estas neuronas comienzan a morir, los pacientes sufren alteraciones del movimiento y desarrollan síntomas como temblores y rigidez, pero los mecanismos detrás de todo esto siguen siendo un desconcierto para muchos expertos.
Efectos de la agregación de proteínasLos cuerpos de Lewy aparecen primero en el bulbo olfatorio, el bulbo raquídeo y la protuberancia, y en esta etapa los síntomas del paciente no son obvios. A medida que la enfermedad progresa, los cuerpos de Lewy se extienden a la sustancia negra del mesencéfalo, el prosencéfalo basal y el neocórtex.La agregación de proteínas, particularmente de alfa-sinucleína, para formar cuerpos de Lewy se considera ampliamente el sello patológico de la enfermedad de Parkinson.
Aunque tradicionalmente los cuerpos de Lewy se han considerado la principal causa de muerte, estudios recientes han demostrado que su presencia puede provocar otros daños y acelerar la muerte de las neuronas. Los estudios han demostrado que cuando la alfa-sinucleína existe en estado agregado, se vuelve tóxica para las células e inhibe la función de reparación del ADN.
Trastornos de la autofagiaOtro mecanismo importante que conduce a la muerte neuronal es la interrupción de la autofagia. La autofagia es el proceso mediante el cual los componentes celulares internos se degradan y reciclan. Este mecanismo es fundamental para mantener la salud del cerebro y es debido a los trastornos de la autofagia que muchos pacientes con enfermedad de Parkinson experimentan disfunción celular.
En particular, la autofagia anormal puede provocar daño mitocondrial, lo que a su vez provoca un suministro insuficiente de energía y, en última instancia, causa la muerte neuronal.
Las mitocondrias, fuente de energía de las células, también juegan un papel clave en la enfermedad de Parkinson. Cuando las mitocondrias funcionan de forma anormal, se inhibe la producción de energía, lo que conduce directamente a la muerte celular. Las mutaciones en las proteínas PINK1 y Parkin afectan la reparación y degradación de las mitocondrias dañadas.
El papel de la neuroinflamaciónCon la edad, las mutaciones del ADN se acumulan en las mitocondrias, lo que demuestra una mayor susceptibilidad a la muerte neuronal.
El proceso de neuroinflamación también es importante en la enfermedad de Parkinson. La microglía, que actúa como las células inmunes del cerebro, se activa cuando hay daño a los nervios. Cuando estas microglias están en un estado proinflamatorio (M1), secretan factores proinflamatorios que conducen a la muerte de las neuronas motoras, formando un ciclo de retroalimentación positiva.
Por último, la destrucción de la barrera hematoencefálica también es un factor que no se puede ignorar. Como el funcionamiento de la barrera hematoencefálica es anormal, se producirán cambios en el entorno interno del cerebro, lo que provocará aún más la muerte neuronal. Todo esto a veces es causado por factores proinflamatorios o agregación de proteínas.
Impacto en el comportamientoUna vez que se daña la estructura de la barrera hematoencefálica, las neuronas pueden sufrir efectos destructivos y causar más problemas de salud.
La importancia de las neuronas dopaminérgicas en el control motor no se puede subestimar. Cuando una determinada proporción de estas neuronas muere, los pacientes pueden experimentar una reducción de dopamina de hasta el 80%, lo que afecta directamente a la transmisión de señales cerebrales, provocando temblores. Los síntomas incluyen rigidez y marcha anormal. Todo esto hace que la vida diaria de los pacientes sea cada vez más difícil.
A pesar de la continua inversión en la investigación de la enfermedad de Parkinson, nuestra comprensión de estos mecanismos destructivos sigue siendo limitada. ¿Podemos realmente encontrar formas efectivas de combatir a estos asesinos ocultos?