"La evolución de la atención de urgencias refleja las cambiantes necesidades sanitarias de la sociedad y los avances en la tecnología médica".
A medida que los hospitales se hicieron más comunes y surgió la atención de emergencia, la creación de salas de emergencia fue un hito importante en esta transformación. Las primeras salas de emergencia se llamaban "salas de primeros auxilios", y la atención de enfermería en ese momento se centraba en curar heridas, aplicar ungüento para los ojos, tratar quemaduras menores y tratar enfermedades simples como resfriados y dolores de garganta. Guiados por la regla de “primero en llegar, primero en ser atendido”, esto significó que muchos pacientes que necesitaban tratamiento de emergencia no recibieran atención oportuna, lo que también fue el punto de partida para el establecimiento inicial del concepto de “triaje”.
La historia del triaje se remonta a siglos de gestión de emergencias de guerra, pero no se utilizó por primera vez en departamentos de emergencias no catastróficas hasta 1963 en el Hospital Yale New Haven en Connecticut, EE. UU. Desde entonces, el concepto de triaje ha madurado a medida que los departamentos de emergencia han evolucionado.
La enfermería de emergencia requiere habilidades especializadas y conocimientos diversos. Un día en la vida de una enfermera de urgencias suele ser una prueba tanto física como mental. Se les exige que realicen una variedad de movimientos, como sentarse, pararse, caminar, estirarse, ponerse en cuclillas y levantar objetos a lo largo de un turno de ocho o doce horas. Además, deben tener buena destreza manual, audición y visión, y una comprensión de los principios del desarrollo humano, anatomía, fisiología y farmacología.
"Las enfermeras de urgencias deben tener una excelente capacidad de adaptación para tomar decisiones y hacer juicios precisos en un entorno que cambia rápidamente".
En el departamento de emergencias, las enfermeras de urgencias evalúan y controlan a los pacientes y gestionan su atención. Deben estar preparados en todo momento para responder a diversas situaciones con rapidez y eficacia. Las funciones en las que normalmente participan las enfermeras de urgencias durante su trabajo se pueden dividir en cinco categorías: evaluación, planificación y gestión de cuidados, ejecución de tareas, comunicación y enseñanza.
La enfermera de triaje es el primer profesional en el servicio de urgencias y es la encargada de realizar la evaluación inicial de los pacientes que llegan al servicio de urgencias y asignarlos a una categoría de triaje en función de sus hallazgos. Esta función requiere que el enfermero de triaje tenga habilidades de examen físico rápidas y precisas y la capacidad de reconocer amenazas a la vida de manera temprana.
Las enfermeras de emergencia con experiencia son asignadas como enfermeras de facturación o líderes de equipo en el departamento de emergencia y son responsables de la operación y la gestión de procesos de toda la clínica.
La enfermería de emergencia es una especialidad en constante evolución y que se adapta a las necesidades de salud modernas en términos de tecnología, roles y desafíos. Como pilar importante de este campo, las enfermeras de urgencias asumen grandes responsabilidades y desafíos y brindan servicios de cuidados críticos a millones de pacientes. En un entorno que cambia tan rápidamente, ¿qué nuevos desafíos y oportunidades deben estar preparados para afrontar las futuras enfermeras de urgencias?