El concepto del sueño americano fue propuesto por primera vez por James Truslow Adams en 1931, durante la Gran Depresión. Este ideal alguna vez representó la promesa de libertad y oportunidad de éxito para todos, pero con el tiempo la definición del sueño americano ha evolucionado. Desde el comienzo de la democracia, la libertad y la igualdad hasta el énfasis actual en la riqueza material y la movilidad social, este fenómeno hace que la gente se pregunte: ¿Por qué se ha redefinido el sueño americano en los tiempos modernos?
“No se trata sólo de un sueño de automóviles y salarios altos, sino de un sueño de un orden social en el que todos puedan alcanzar el máximo potencial de sus capacidades inherentes”.
La movilidad social es un componente central del sueño americano y representa la capacidad de las personas de mejorar su estatus económico a través del trabajo duro y los logros. Según estudios recientes, la movilidad social está disminuyendo en Estados Unidos. Muchas proyecciones muestran que la movilidad social en Estados Unidos es relativamente baja en comparación con muchos países europeos, especialmente los países nórdicos. Según el Índice de Movilidad Social Global de 2020, Estados Unidos ocupa solo el puesto 27.
“El 54% de los adultos estadounidenses cree que el sueño americano es alcanzable para ellos, mientras que el 28% cree que no lo es”.
Estos datos reflejan que la confianza de la sociedad en el sueño americano es desigual. La probabilidad de creer en el sueño americano varía significativamente entre los diferentes grupos étnicos. Por ejemplo, los estadounidenses negros y asiáticos, así como las generaciones más jóvenes, tienen menos confianza en que puedan lograr este sueño que los blancos, los hispanos, los nativos americanos y las generaciones mayores. Esto ha aumentado las preocupaciones sobre la movilidad social.
El deseo del pueblo estadounidense de riqueza material ha conducido a una creciente cultura de materialismo y consumismo, pero esta cultura también ha planteado preguntas sobre quién es responsable de los fracasos personales. Algunos críticos creen que la búsqueda unilateral del éxito por parte de la cultura dominante ha dejado a muchas personas decepcionadas en su búsqueda del sueño americano. Esta situación también hace que la gente reconsidere los problemas estructurales de la sociedad.
“La cultura dominante del sueño americano ha recibido críticas por su enfoque en el materialismo y su tendencia a culpar personalmente a los demás por el fracaso”.
En las últimas décadas, la importancia del movimiento laboral ha influido significativamente en la realización del sueño americano. La proporción de trabajadores afiliados a sindicatos ha disminuido del 20% en 1983 al 10% en 2024. Se suponía que el movimiento laboral proporcionaría las bases para el sueño americano, pero hoy enfrenta desafíos que hacen que ese sueño sea más difícil de alcanzar.
Además, la virtud y el excepcionalismo estadounidenses a menudo pasan por alto dilemas históricos como la esclavitud estadounidense y el exterminio de los nativos americanos y sus legados. Estas realidades históricas no sólo desafían los ideales del sueño americano, sino que también revelan las luchas que enfrentan muchas personas para lograr ese sueño.
La evolución histórica del sueño americanoEl concepto del sueño americano ha evolucionado con el tiempo, desde el espíritu pionero del siglo XVIII hasta la fiebre del oro del siglo XIX, e incluso los cambios culturales del siglo XX. El fundamento de este sueño se basa en la creencia de que “todos los hombres son creados iguales” en la Declaración de Independencia, pero ha enfrentado diversos desafíos en una sociedad altamente competitiva.
También influye en esta definición el multiculturalismo del país y el fuerte impacto de la globalización. Estados Unidos se ha convertido en un símbolo de inmigración y esperanza en todo el mundo, atrayendo a millones de extranjeros. Pero la desigualdad social y la brecha entre ricos y pobres resultantes han hecho que los sueños de muchas personas se enfrenten a la prueba de la realidad.
Tomando como ejemplo el desarrollo económico de principios del siglo XX, el sueño americano de aquella época a menudo se malinterpretaba como abundancia material, pero carecía de consideración por la justicia social y las normas morales. Algunos críticos no dudan en exponer la brecha entre el sueño embellecido y la situación real.
El sueño americano en la literaturaEl sueño americano como tema literario es común en obras de todos los períodos, desde la autobiografía de Benjamin Franklin hasta El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald, todas las cuales han explorado las connotaciones específicas de este sueño y han dado diferentes interpretaciones. Estas obras muestran la gloria y la oscuridad del sueño americano desde diferentes perspectivas.
Por ejemplo, "El granjero y su amigo" de George Milton enfatiza que el éxito ideal no puede lograrse mediante el trabajo duro, sino que revela las dificultades de perseguir los sueños. Esta situación es aún más evidente en la sociedad digital y apresurada de hoy, lo que limita las oportunidades de que la gente común persiga sus sueños.
A medida que cambian los valores sociales y las condiciones económicas, la definición del sueño americano continúa evolucionando. Desde la cultura consumista de finales del siglo XX hasta los movimientos sociales del siglo XXI, muchas personas se preguntan: ¿el sueño americano es en última instancia una leyenda o un camino real?
En este contexto, reflexionamos una vez más: ¿La evolución del sueño americano refleja realmente las esperanzas y la desesperación de todos los estadounidenses?