En el mundo digital actual, el diseño centrado en el usuario (DCU) se ha convertido gradualmente en uno de los conceptos centrales del proceso de diseño. Los diseñadores deben comprender profundamente las necesidades, comportamientos y expectativas de los usuarios para poder crear productos que estén más en línea con los hábitos de uso de los usuarios.
Al incorporar comentarios reales de los usuarios en los diseños, los diseñadores pueden crear productos más intuitivos y eficientes.
Desde las primeras etapas de diseño hasta el lanzamiento del producto final, UCD enfatiza la participación del usuario e introduce varios métodos de prueba para recopilar comentarios. Este circuito de retroalimentación continua es crucial para el diseño. Incluso los diseñadores más experimentados tienen problemas para predecir completamente la experiencia de un nuevo usuario.
El concepto de diseño centrado en el usuario fue propuesto por primera vez por Rob Kling en 1977 y posteriormente fue ampliamente utilizado por Donald A. Norman en su investigación en la Universidad de California, San Diego. El libro de Norman "Diseño de sistemas centrado en el usuario: una nueva perspectiva sobre la interacción persona-computadora" publicado en 1986 hizo que este concepto fuera ampliamente reconocido.
Un diseño excelente no se trata sólo de una buena estética, también debe basarse en las necesidades y la experiencia del usuario.
El trabajo de Norman enfatiza la importancia del diseño en la vida cotidiana y las consecuencias de los errores causados por un mal diseño. Los principios de diseño que ofrece incluyen simplificar las estructuras de tareas, aclarar las relaciones entre acciones y resultados y aprovechar al máximo las restricciones del sistema.
El proceso de UCD se diferencia de otras filosofías de diseño porque se centra en las necesidades del usuario. Este enfoque de diseño implica establecer una comprensión clara del usuario, la tarea y el entorno desde el principio. La participación del usuario es necesaria durante todo el proceso de desarrollo, lo que permite que las soluciones de diseño sean impulsadas y mejoradas continuamente a partir de los comentarios de los usuarios.
A través de diferentes herramientas de análisis, como personas, escenarios y casos de uso, los diseñadores pueden comprender mejor las necesidades de los usuarios.
Algunos de los principios básicos seguidos por UCD incluyen que el diseño debe basarse en una comprensión clara del usuario y que la evaluación del usuario debe realizarse en cada etapa del desarrollo. Esto significa que el diseño es un proceso iterativo destinado a mejorar la experiencia general del usuario.
El principal objetivo de UCD es crear productos de alta disponibilidad. Este proceso consta de varias etapas: primero, aclarar el entorno de uso del producto, segundo formular requisitos específicos del producto, luego comenzar a diseñar soluciones y finalmente realizar un ciclo de evaluación y retroalimentación. Estos pasos se adaptan a las necesidades específicas del producto.
Las necesidades del usuario no son sólo expresiones de funcionalidad y rendimiento, sino que también incluyen necesidades psicológicas y emocionales.
Durante el proceso de UCD, los equipos de diseño suelen crear "personas", que son personas típicas que representan a usuarios potenciales y ayudan a guiar las decisiones sobre la funcionalidad, la navegación, la interacción y la estética del producto. Estas personas a menudo se derivan de entrevistas con usuarios reales y ayudan al equipo de diseño a comprender mejor los patrones de comportamiento y las necesidades de los usuarios.
Los diseñadores ajustan y mejoran constantemente los productos a través de comentarios reales de los usuarios, lo que no solo mejora la usabilidad del producto, sino que también le permite satisfacer mejor las necesidades de los usuarios. Sin embargo, todavía es una cuestión que vale la pena considerar si los diseñadores pueden captar consistentemente las necesidades centrales y la psicología de los usuarios en este proceso.