Cirugia y cirujanos | 2019

Node metastases of epidermoid carcinoma in the neck with unknown primary tumor: in the current era does it still exist?

 

Abstract


Se integra el diagnóstico de metástasis ganglionares de carcinoma epidermoide en cuello con primario desconocido cuando la biopsia de las adenopatías muestra una neoplasia epitelial y la evaluación clínica, endoscópica e iconográfica, la amigdalectomía y las biopsias de mucosas del área de la cabeza y el cuello efectuadas al azar no permiten identificar el sitio del cual se originaron dichas metástasis. Históricamente se ha considerado que esto ocurre en el 5-10% de los pacientes así evaluados1,2. Las causas por las cuales el tumor primario no se encuentra no son muy claras; las teorías que tratan de explicarlas son tres: – Que el tumor primario sea tan pequeño (pero con alta capacidad para enviar metástasis ganglionares) que no sea posible detectarlo por ninguno de los métodos clínicos y paraclínicos de evaluación. – Regresión inmunitaria del tumor posterior a haber enviado las metástasis a los ganglios cervicales. – El origen de la neoplasia son los propios ganglios linfáticos cervicales. Los pacientes con metástasis ganglionares de carcinoma epidermoide en cuello con primario desconocido tienen la neoplasia confinada a la región de la cabeza y el cuello en el 90% de los casos, por lo que la búsqueda sistemática y exhaustiva del tumor por debajo de las clavículas no resulta necesaria y es una práctica ya en desuso. Tradicionalmente el diagnóstico de esta afección se efectuaba con exploración física, imagenología (generalmente tomografía computarizada), endoscopia con fibra flexible de vías respiratorias y digestivas altas, y biopsias al azar de la mucosa, incluyendo amigdalectomía; si en ninguno de estos estudios se identificaba el tumor primario, se hacía el diagnóstico de metástasis ganglionares de carcinoma epidermoide en cuello con primario desconocido, lo que implicaba para el paciente un tratamiento radical que consistía en radioterapia radical a ambos cuellos y sitios de probable tumor (irradiación panmucosa) o bien la asociación de quimio-radioterapia si la etapa era avanzada (metástasis voluminosas o múltiples). Sin embargo, el progreso en el conocimiento de las neoplasias de cabeza y cuello, y el advenimiento de nuevas técnicas de imagen, han permitido, por un lado, limitar el tratamiento al riesgo individual de cada paciente, y por el otro, identificar un mayor número de tumores primarios y disminuir la frecuencia de pacientes con diagnóstico de «primario desconocido». La evaluación con tomografía por emisión de positrones (PET), la determinación del virus del papiloma humano (VPH) en los ganglios metastásicos y la resección mucosa de la base de la lengua y la región vallecular por vía oral son los tres avances más importantes que han tenido impacto en esta afección. Con estos adelantos, ¿existe aún la posibilidad de que un tumor primario de cabeza y cuello permanezca

Volume 87 2
Pages \n 133-135\n
DOI 10.24875/CIRU.18000553
Language English
Journal Cirugia y cirujanos

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