Las enfermedades de almacenamiento lisosómico (EDL) son un grupo de más de 70 trastornos metabólicos hereditarios raros que son causados por defectos en la función lisosómica. Los lisosomas actúan como fábricas de reciclaje dentro de las células, digiriendo moléculas grandes y enviando los fragmentos a otras partes de la célula para su reutilización. Este proceso requiere varias enzimas clave. Sin embargo, cuando una enzima se vuelve defectuosa debido a una mutación, se acumulan moléculas grandes dentro de la célula, lo que eventualmente conduce a la muerte celular.
Las enfermedades de almacenamiento lisosomal generalmente son causadas por una deficiencia de una sola enzima y la mayoría de estas enfermedades se heredan de manera autosómica recesiva.
Aunque cada enfermedad de almacenamiento lisosomal ocurre en no más de 1 de cada 100.000 nacimientos, la incidencia de estos trastornos como grupo es de aproximadamente 1 de cada 5.000 a 10.000 nacimientos. Los lisosomas a menudo se denominan centros de reciclaje de las células, ya que convierten el exceso de material en algo que la célula puede utilizar. Cuando los lisosomas funcionan de forma anormal, a menudo se almacenan en las células una gran cantidad de sustancias que deberían degradarse y reutilizarse, lo que conduce a la aparición de diversos fenómenos patológicos.
Los síntomas de las enfermedades por depósito lisosomal pueden variar según la enfermedad y la edad en la que aparecen. Pueden ser desde leves hasta graves. Los síntomas incluyen retraso en el desarrollo, trastornos del movimiento, epilepsia, demencia, sordera o ceguera. Algunos niños pueden tener agrandamiento del hígado o del bazo, problemas pulmonares y cardíacos y crecimiento óseo anormal.
La mayoría de estas enfermedades comienzan en la primera infancia y muchos pacientes mueren durante los primeros meses o años de vida.
El proceso de diagnóstico de enfermedades de almacenamiento lisosomal a menudo comienza con una prueba de enzimas, que es la forma más eficaz de confirmar un diagnóstico. El análisis de mutaciones se puede realizar en ciertas familias o aislamientos genéticos en los que se conoce la mutación causante de la enfermedad. Además, una vez confirmado el diagnóstico, se puede realizar un análisis de mutaciones en algunas enfermedades para confirmarlo aún más.
Si bien no existe cura conocida, las terapias dirigidas pueden reducir los síntomas y prevenir daños duraderos en algunos casos.
Para el tratamiento se han probado con cierto éxito el trasplante de médula ósea y la terapia de reemplazo enzimático (ERT). Estos tratamientos pueden aliviar los síntomas y reducir el daño permanente al cuerpo del niño. Además, los trasplantes de sangre del cordón umbilical se realizan en centros especializados para determinadas afecciones. Además, se está evaluando la terapia de reducción de sustrato y la terapia concomitante en varias enfermedades de almacenamiento lisosomal específicas.
En los últimos años, se ha demostrado que el ambroxol aumenta la actividad de la enzima lisosomal glucosilasa, lo que lo convierte en un fármaco prometedor para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher y la enfermedad de Parkinson. Uno de los mecanismos de acción de este tipo de fármacos es promover la secreción de lisosomas de las células, reduciendo así la acumulación de metabolitos en las células.
El estudio de las enfermedades de almacenamiento lisosómico se remonta a 1881, cuando los científicos describieron por primera vez la enfermedad de Gaucher, seguida del descubrimiento de la enfermedad de Geisel en 1882. En las décadas de 1950 y 1960, De Duf y otros utilizaron técnicas de segmentación celular, estudios citológicos y análisis bioquímicos para identificar y caracterizar los lisosomas como orgánulos que digieren y reciclan macromoléculas dentro de las células. Este descubrimiento innovador conduce a una comprensión más profunda de la base fisiológica de las enfermedades de almacenamiento lisosomal.
A medida que avanza la investigación médica, aprendemos cada vez más sobre las causas fundamentales de estas enfermedades y sus posibles tratamientos. Esto proporciona esperanza a muchas familias que enfrentan los desafíos de estas enfermedades ocultas. ¿Encontraremos en el futuro medios más eficaces para abordar esta gama de enfermedades misteriosas y dolorosas?