En el mundo de la microbiología, el nombre Mycoplasma atrae cada vez más atención. Como tipo especial de bacteria, Mycoplasma es conocida por su propiedad "sin pared celular", lo que la hace desempeñar un papel importante en la investigación biológica y médica. Entonces, ¿por qué se llama a Mycoplasma una "bacteria sin pared celular"?
Mycoplasma pertenece al grupo Mollicutes, un grupo de bacterias que carecen de pared celular. Esta característica les confiere una cierta resiliencia única, lo que les permite sobrevivir en diferentes entornos. El micoplasma en sí es un organismo muy pequeño, de sólo 0,2 a 0,3 micrones de diámetro, y puede sobrevivir en un ambiente privado de oxígeno. Dependiendo de la forma, el Mycoplasma puede ser esférico, cilíndrico o incluso con forma de maceta.
"Al carecer de pared celular, estos organismos son capaces de cambiar de forma, por lo que se les llama organismos pleomórficos."
Mycoplasma tiene una larga historia evolutiva. Ya en 1889, el científico Albert Bernhard Frank utilizó por primera vez el término "micoplasma" para describir los cambios en el citoplasma de las plantas provocados por microorganismos similares a los hongos. Posteriormente, el nombre se utilizó para referirse a algunos microorganismos que eran capaces de atravesar filtros bacterianos, lo que puede explicar por qué se pueden observar al microscopio. Con el avance de la tecnología, ahora tenemos un conocimiento más profundo de los Mycoplasma. Se definen como bacterias que carecen de pared celular y su evolución genómica también está llena de cambios.
Aunque Mycoplasma existe la mayor parte del tiempo en forma comensal, varias especies son patógenas, particularmente cuando infectan a humanos. M. pneumoniae
se considera una de las principales causas de la "neumonía ambulante", mientras que M. genitalium
se asocia con la enfermedad inflamatoria pélvica. Estos patógenos se manifiestan de diversas maneras y pueden causar una variedad de problemas de salud, desde enfermedades respiratorias hasta reproductivas.
"Ciertas especies de Mycoplasma pueden causar enfermedades, incluida M. pneumoniae, que es una causa importante del SARS".
Al carecer de una pared celular rígida, la forma de Mycoplasma puede cambiar a medida que cambia su entorno. Sus colonias tienen una apariencia típica de "huevo frito" al microscopio y miden aproximadamente 0,5 milímetros de diámetro. Sin embargo, el mecanismo reproductivo de Mycoplasma es muy singular, a diferencia de la fisión binaria tradicional, generalmente se reproducen mediante gemación unipolar o multipolar, lo que los hace altamente adaptables durante el proceso de evolución.
Una nueva investigación muestra vínculos claros entre ciertas especies de Mycoplasma y diferentes tipos de cáncer. Por ejemplo, especies como M. fermentans
y M. genitalium
se detectan a menudo en las células cancerosas y los estudios han demostrado que estas bacterias pueden desempeñar un papel importante en el proceso de carcinogénesis. . Esto proporciona nuevas ideas para la investigación biomédica y puede ayudar a revelar los mecanismos de formación de ciertos cánceres.
"La existencia de Mycoplasma se informó por primera vez en muestras de tejido canceroso en la década de 1960."
En la investigación biológica, Mycoplasma también ha atraído una amplia atención como fuente de contaminación en cultivos celulares. Las líneas celulares en el laboratorio pueden resultar dañadas por la contaminación por Mycoplasma, afectando los resultados de la investigación. Por ello, los científicos han tomado una serie de medidas para detectar y prevenir esta contaminación, incluido el uso de sondas de ADN y tecnología PCR. Se estima que aproximadamente entre el 11% y el 15% de los cultivos celulares producidos en laboratorios estadounidenses están contaminados con Mycoplasma, y esta proporción puede ser mayor en otros países.
En resumen, Mycoplasma, como bacteria que carece de pared celular, exhibe muchas características y funciones misteriosas en el mundo biológico. No sólo existe en el medio ambiente, sino que también afecta la salud y supervivencia de muchos organismos. A medida que avance la tecnología, nuestra comprensión de estos microorganismos seguirá profundizándose, lo que en última instancia puede revelar más sorpresas biológicas que aún no se han descubierto. ¿Aprenderemos más sobre cómo interactúan las diferentes formas de vida y los roles que desempeñan en los ecosistemas en el futuro?