Con el avance de la tecnología médica, la forma en que se realiza la cirugía cardíaca también ha experimentado cambios revolucionarios. El reemplazo de válvula aórtica transcatéter (TAVI), como tecnología emergente de cirugía cardíaca, brinda nuevas esperanzas para los pacientes de alto riesgo. Esta tecnología permite a los médicos implantar la válvula a través de los vasos sanguíneos, evitando los altos riesgos de la cirugía tradicional a corazón abierto, especialmente en pacientes de edad avanzada o con comorbilidades. El desarrollo de TAVI marca un cambio importante en el campo de la cirugía cardíaca.
Conceptos básicos de TAVITAVI es un tipo de cirugía cardíaca que no requiere la extracción de la válvula cardíaca original. Su aparición ha traído un rayo de esperanza a muchos pacientes de alto riesgo, especialmente aquellos con síntomas graves de estenosis aórtica. El pronóstico para estos pacientes es generalmente malo, con una tasa de mortalidad a dos años de hasta el 50% si no se trata. La cirugía tradicional a corazón abierto es demasiado riesgosa para algunos pacientes, y la TAVI ofrece una alternativa viable para estos pacientes de alto riesgo.
Indicaciones para TAVIDurante la TAVI, los médicos pueden elegir diferentes métodos de intervención, incluidos el transfemoral, el transapical y el transsubclavio, lo que no solo reduce el riesgo quirúrgico del paciente sino que también acorta el tiempo de recuperación.
En el pasado, la TAVI se realizaba principalmente en pacientes que no eran aptos para la cirugía tradicional. Pero a medida que la tecnología mejora y aumenta la investigación, cada vez se consideran más pacientes con riesgo moderado para esta cirugía. Especialmente en el caso de pacientes menores de 75 años, si se opta por la TAVI, es posible que no se garantice su tasa de supervivencia a largo plazo. Por lo tanto, la TAVI suele ser una opción más popular para los pacientes de mayor edad.
Actualmente existen varios dispositivos TAVI en el mercado, incluidos CoreValve de Medtronic, Sapien de Edwards y Portico de St Jude Medical. Estos dispositivos tienen un excelente diseño y efectos clínicos reales, por lo que son ampliamente reconocidos por el personal médico. Según los resultados de la evaluación, estos dispositivos son eficaces para reducir la mortalidad y mejorar los síntomas fisiológicos.
Por ejemplo, la CoreValve de Medtronic está hecha de un marco de Nitinol autoexpandible que permite implantarla sin problemas en una arteria.
El procedimiento TAVI generalmente no requiere cirugía a tórax abierto; el médico selecciona un punto de entrada adecuado e inserta el implante en el corazón del paciente. Este procedimiento se realiza bajo anestesia y requiere imágenes completas para garantizar la posición correcta de la válvula. Después del procedimiento, el médico se asegurará de que la válvula esté bien colocada y luego retirará el catéter.
Después del procedimiento TAVI, los pacientes necesitarán controles médicos regulares. Esto puede incluir análisis de sangre y estudios de imágenes. Además, se debe informar a los pacientes sobre los síntomas a los que deben prestar atención después de la cirugía, como fatiga inusual o dificultad para respirar. Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan relativamente bien después de la cirugía, pueden ocurrir complicaciones inesperadas y es importante observar si hay fugas alrededor de la válvula.
Aproximadamente el 3% de los pacientes corren el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular después de un TAVI, un procedimiento que puede presentar una serie de complicaciones potenciales.
A medida que la tecnología TAVI continúa desarrollándose, cada vez más estudios señalarán sus efectos a largo plazo y la necesidad de revisión. En un futuro cercano, podemos esperar ver más pautas basadas en evidencia para ayudar a los proveedores de atención médica a desarrollar planes de tratamiento para pacientes de alto riesgo. Esto también nos hace pensar: ¿cómo mejorarán aún más las nuevas tecnologías en el futuro el panorama del tratamiento de las enfermedades cardíacas?