En la vida de un recién nacido, una condición congénita llamada atresia de Doudna puede convertirse en una prueba de vida o muerte. Esta enfermedad impide que parte de los intestinos del bebé se abra con normalidad, provocando una obstrucción completa del tracto digestivo, seguida de una tremenda presión psicológica y preocupación para los padres.
La atresia de Doudna es la ausencia total o el cierre de parte del duodeno, lo que puede provocar polihidramnios durante el embarazo y obstrucción intestinal después del parto.
Durante el embarazo, la atresia de Doudna a menudo causa polihidramnios porque el feto no puede tragar ni absorber el líquido amniótico. En los recién nacidos, las manifestaciones más comunes son distensión abdominal y vómitos, que suelen presentarse entre las 24 y 48 horas posteriores al nacimiento. Las radiografías pueden mostrar signos de lo que se llama una "doble burbuja", que ocurre porque el gas en el estómago y el duodeno proximal se separa, formando dos sacos de gas.
El examen por imágenes es un paso importante en el diagnóstico de la atresia de Doudna, especialmente después del nacimiento, cuando se pueden utilizar radiografías abdominales para confirmar la enfermedad.
La cirugía inmediata y adecuada es esencial para el tratamiento de la atresia de Doudna. Aunque los primeros auxilios son necesarios, en la mayoría de los casos la cirugía se puede realizar dentro de las 24 a 48 horas posteriores al nacimiento. La cirugía implica reparación duodenal y requiere succión nasogástrica continua después de la cirugía hasta que el sistema digestivo del bebé vuelva gradualmente a su función normal.
Según las estadísticas, la tasa de complicaciones y mortalidad de la primera cirugía es aproximadamente del 5%. Incluso con un buen pronóstico, las malformaciones congénitas graves aumentan el riesgo de complicaciones.
Aunque el pronóstico para el tratamiento quirúrgico de la atresia de Doudna es generalmente bueno, las complicaciones posoperatorias como el reflujo gastroesofágico o el síndrome cecal aún pueden afectar a los pacientes. Los estudios muestran que aproximadamente el 12% de los pacientes pueden desarrollar complicaciones tardías y la tasa de mortalidad por estas complicaciones es del 6%.
Según los últimos datos epidemiológicos, la atresia de Doudna se produce en 1 de cada 10.000 nacidos vivos y es una de las atresias intestinales más comunes, representando el 60% de todas las atresias intestinales. Esta tasa resalta la importancia del diagnóstico y tratamiento oportunos de esta enfermedad.
Con el avance de la tecnología médica, los métodos quirúrgicos y de diagnóstico de la atresia de Doudna también se enriquecen constantemente. Mediante exámenes auxiliares tempranos, como la ecografía, los médicos pueden identificar a los recién nacidos en riesgo antes del nacimiento, lo que brinda a las familias la oportunidad de prepararse con anticipación.
Con el avance de la tecnología médica, ¿podemos detectar y tratar la atresia de Doudna antes y salvar así más vidas?