En la industria ganadera, el "buckgun" es una herramienta indispensable, diseñada para despertar y paralizar a los animales antes del sacrificio. Este dispositivo especial puede dejar inconscientes a los animales y garantizar aún más la humanidad y la seguridad del proceso de sacrificio. Su importancia no sólo se refleja en el funcionamiento del matadero, sino que también refleja la consideración de los derechos de los animales.
"El objetivo de la pistola de captura es dar un golpe potente en la frente del animal para inducirle la pérdida del conocimiento. Esto puede reducir significativamente el sufrimiento del animal durante el proceso de sacrificio y mejorar la calidad de la carne."
Una pistola de perdigones normalmente consiste en una varilla pesada hecha de una aleación resistente a la corrosión y funciona con aire comprimido, un mecanismo de resorte o disparando una bala de fogueo. Cuando el arma golpea la frente del animal, la bala del arma se retrae inmediatamente, lo que básicamente extiende el rango en el que el animal pierde el conocimiento. Dependiendo de cómo se utilicen, hay dos diseños: penetrantes y no penetrantes, y el uso de armas de fuego penetrantes está disminuyendo gradualmente en escenarios comerciales debido al potencial de transmisión de enfermedades.
Actualmente, las escopetas de plomo se dividen principalmente en tres tipos: penetrantes, no penetrantes y libres. La pistola de varilla penetrante penetrará profundamente en el cráneo del animal y provocará un daño cerebral importante. Este método es la forma más rápida y eficaz de garantizar que el animal pierda el conocimiento. Sin embargo, este enfoque también hace posible que el tejido cerebral se filtre al torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de propagar la encefalopatía espongiforme bovina (comúnmente conocida como enfermedad de las vacas locas).
"El tipo no penetrante utiliza una bala contundente. Aunque el principio es similar al del tipo penetrante, este tipo de arma se basa en un fuerte efecto de conmoción cerebral al paralizar a los animales."
Esto también hace que las armas de fuego no penetrantes sean más populares, especialmente en medio de las preocupaciones sobre la enfermedad de las vacas locas. La Unión Europea exige que los animales destinados a la producción farmacéutica deben ser sacrificados utilizando armas de fuego no penetrantes. En la eutanasia humanitaria in situ de animales de granja grandes, se utiliza el arma gratuita porque es más fácil manipular animales que no pueden inmovilizarse fácilmente.
En el sacrificio comercial, la falta de anestesia adecuada a un animal a menudo se debe a una posición de disparo incorrecta. Según algunos estudios, aproximadamente entre el 12% y el 38% de los animales sufren múltiples disparos o no se paralizan lo suficiente durante la sudoración. Esto hace que el diseño de las armas de captura de perdigones sea crucial para los operadores de mataderos. No sólo reduce los accidentes, también aumenta la tasa de parálisis de los animales, mejorando aún más todo el proceso de producción de carne.
“Dado que las pistolas de perdigones proporcionan un método de operación seguro y eficiente, esto tiene un impacto importante en la seguridad del personal y el bienestar de los animales durante el proceso de sacrificio”.
En conjunto, el diseño de la pistola de perdigones no solo es beneficioso para el trabajo de los operadores de mataderos, sino que sigue siendo una herramienta que puede despertar la atención humana y el debate sobre el bienestar animal. Muchos países y regiones tienen diferentes restricciones legales sobre su posesión y uso, lo que también ilustra los problemas éticos y morales más profundos detrás de la captura de escopetas de plomo.
En algunos casos, las escopetas de plomo incluso se han utilizado como armas homicidas, lo que plantea aún más la cuestión de la naturaleza dual de esta herramienta. Ya sea como instrumento de matanza o como instrumento de crimen, ¿la captura de perdigones desafía los límites de lo que consideramos “humanitario”?