El trauma abdominal contuso, como su nombre indica, se refiere a lesiones abdominales causadas por un impacto externo. Este tipo de traumatismo generalmente no causa penetración en la piel. Según las estadísticas, los traumatismos contusos representan una proporción muy elevada de todos los traumatismos, especialmente los traumatismos abdominales contusos, cuya tasa de incidencia es aún más alarmante. Muchos se preguntarán ¿por qué es tan común el traumatismo abdominal cerrado? Esto no se debe sólo a su asociación con numerosos riesgos potenciales en la vida diaria, sino también a su posible gravedad y consecuencias.
El traumatismo abdominal contuso (BAT, por sus siglas en inglés) representa el 75% de todos los traumatismos contusos. Aproximadamente el 75% de las BAT son causadas por accidentes automovilísticos.
En una colisión con una motocicleta, automóvil u otro vehículo, el cuerpo puede verse afectado por una rápida desaceleración, lo que obliga al cuerpo del conductor o del pasajero a golpear el cinturón de seguridad, el volante o el tablero, y este impacto puede causar daños completos a las partes internas. órganos. Un hematoma o incluso una ruptura.
Además, las caídas son una de las principales causas de traumatismo abdominal cerrado, especialmente en los ancianos. A medida que envejecemos, la fuerza de nuestros huesos y músculos disminuye, por lo que los efectos de una caída son más pronunciados y pueden provocar lesiones internas graves.
Según la investigación médica, el traumatismo abdominal cerrado generalmente se puede dividir en dos mecanismos principales: compresión y desaceleración. La compresión generalmente ocurre por un impacto directo o contacto con un objeto duro, como un cinturón de seguridad o un volante. Esto puede afectar al órgano hueco, provocando un aumento de la presión interna e incluso provocando su rotura. Por el contrario, la desaceleración puede provocar que se tiren y corten los contenidos móviles del abdomen, como los intestinos, lo que puede provocar lesiones.
Cuando el traumatismo abdominal cerrado se combina con una "lesión interna", el hígado y el bazo son los más comúnmente afectados, seguidos por el intestino delgado.
Es importante tener en cuenta que, aunque es posible que estas lesiones no muestren síntomas obvios en las primeras etapas, los pacientes aún deben ser observados de cerca para evitar que se reconozcan a tiempo posibles lesiones.
En la práctica clínica, la evaluación del traumatismo abdominal cerrado sigue el principio de garantizar primero unas vías respiratorias despejadas, una respiración suave y una circulación normal. La recopilación de datos para este proceso también debe realizarse rápidamente porque las condiciones de los pacientes traumatizados cambian constantemente y pueden incluso empeorar con el tiempo.
Debido a la diversidad de lesiones abdominales, las tomografías computarizadas se utilizan a menudo para evaluar lesiones internas, y este proceso debe realizarse garantizando que el paciente esté estable para evitar retrasar las oportunidades de tratamiento. Si el paciente no cumple con los criterios de bajo riesgo para el alta, se requiere hospitalización continua para observación y tratamiento.
Para el tratamiento de un traumatismo abdominal cerrado, normalmente es necesario formular un plan correspondiente en función de la extensión de la lesión. En algunos casos, especialmente cuando hay una perforación de los órganos internos, puede ser necesaria una cirugía exploratoria para limpiar posibles fuentes de infección, mantener limpia la cavidad abdominal y administrar los antibióticos necesarios.
El tratamiento del trauma abdominal requiere un equipo médico interprofesional.
En este tratamiento participan no sólo cirujanos, sino también profesionales del campo de la medicina de emergencia, como anestesiólogos y personal médico de emergencia, para garantizar la seguridad y salud del paciente durante todo el proceso de tratamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud, los traumatismos cerrados son una causa importante de discapacidad y muerte en personas menores de 35 años en todo el mundo. Como resultado, existe una creciente preocupación por los traumatismos abdominales cerrados y múltiples estudios han demostrado la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Con el avance de la tecnología médica, la comprensión y los métodos de tratamiento del traumatismo cerrado continúan creciendo, lo que juega un papel importante en la mejora del pronóstico del paciente y la reducción de la mortalidad.
Sin embargo, aunque muchos estudios han demostrado los peligros y consecuencias potenciales del trauma abdominal cerrado, este tema aún merece nuestra consideración. ¿Entendemos realmente los riesgos y la prevención del traumatismo abdominal cerrado?