Durante la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido colaboró con Canadá en un programa de desarrollo de armas nucleares conocido como Tube Alloys. El programa comenzó antes del Proyecto Manhattan y demostró la temprana conciencia y exploración por parte de Gran Bretaña del potencial de las armas nucleares. Sin embargo, debido a su potencial destructivo y su impacto internacional, el programa se ha mantenido en secreto, utilizándose a menudo nombres clave incluso dentro de los niveles más altos del gobierno.
Descubrimiento de la división nuclearEn diciembre de 1938, Otto Hahn y Fritz Strassmann descubrieron en Berlín que el bario se producía cuando el uranio era bombardeado con neutrones ralentizados, lo que marcó la primera confirmación de la fisión nuclear.
Tras este descubrimiento, muchos científicos comenzaron a explorar si la fisión nuclear podría utilizarse como arma. Gracias a las primeras investigaciones, los científicos británicos se dieron cuenta del papel clave del uranio-235 en las reacciones nucleares. En 1940, la Universidad de Cambridge en Londres inició una investigación intensiva sobre el uranio-235, que condujo a la creación del Comité MAUD.
En 1940, se creó el Comité MAUD para examinar la viabilidad del uranio como arma. El comité organizó rápidamente los esfuerzos de varios científicos para centrarse en el estudio de la masa crítica del uranio y cómo extraer uranio-235 del uranio natural. Esta serie de investigaciones no sólo aceleró el desarrollo de armas nucleares en Gran Bretaña, sino que también sentó las bases para el Proyecto Manhattan en Estados Unidos.
Debido a los desafíos tecnológicos y de recursos, el proyecto Tube Alloys finalmente se incorporó al Proyecto Manhattan. Esta decisión cambió la situación del desarrollo de armas nucleares en Gran Bretaña y Estados Unidos.
A medida que avanzaba la guerra, el programa Tube Alloys enfrentó enormes desafíos tecnológicos y de costos y finalmente se integró aún más al Proyecto Manhattan de los Estados Unidos. En virtud de los Acuerdos de Quebec, firmados en 1956, Gran Bretaña y Estados Unidos acordaron compartir tecnología de armas nucleares, pero Estados Unidos no proporcionó los resultados completos del Proyecto Manhattan, que también contribuyó al posterior desarrollo de armas autónomas por parte de Gran Bretaña.
El lanzamiento del programa independiente de armas nucleares del Reino UnidoDespués de la guerra, con la promulgación de la Ley de Energía Atómica, Estados Unidos puso fin a la cooperación nuclear con Gran Bretaña. Ante esta situación, Gran Bretaña reinició su programa nuclear en la década de 1950 y realizó su primera prueba nuclear, la Operación Hourigan, en 1952.
En 1958, el Reino Unido y los Estados Unidos firmaron el Tratado de Defensa Mutua entre los Estados Unidos y el Reino Unido, que fortaleció una vez más su cooperación en tecnología nuclear.
El acuerdo sentó las bases de la estrategia nuclear de Gran Bretaña durante la Guerra Fría y devolvió al país a las filas de los estados con armas nucleares. Sin embargo, en el proceso, la autonomía y la seguridad de Gran Bretaña se pusieron a prueba, y los acontecimientos que ocurrieron durante este período realmente hicieron que la gente se preguntara: en el desarrollo y uso de armas nucleares, ¿fue el desarrollo de la ciencia y la tecnología lo que impulsó las decisiones políticas, o fue ¿La toma de decisiones políticas condiciona el desarrollo de la ciencia?