Ante la ausencia de una legislación iniciada a nivel nacional en los Estados Unidos, el concepto de legislación iniciada a nivel nacional se propuso gradualmente y obtuvo cierto apoyo. El impacto que tendrá esta propuesta en el sistema político actual ha sido un tema acaloradamente debatido entre académicos y ciudadanos. A principios de la década de 2000, el fallecido senador de Alaska Mike Gravelle impulsó la Ley de Defensa Nacional, una idea que atrajo el apoyo de muchas figuras públicas cuando se propuso, incluido el activista social Ralph Nader y el científico del lenguaje Noam Chomsky y otros.
"La defensa nacional no cambia ni elimina el Congreso, el Presidente o el poder judicial, y las leyes creadas aún deben ser respetadas en los tribunales", declara el proyecto de ley de Iniciativa Nacional de Gravel.
La llamada "Ley de Iniciativa Nacional" propone una enmienda constitucional para afirmar el derecho del pueblo a elaborar leyes a nivel local, estatal y federal. Este proyecto de ley no sólo sirve como complemento al Congreso, sino que también espera establecer una relación de cooperación con los representantes electos. Los patrocinadores creen que a medida que la sociedad estadounidense se vuelve más diversa, será cada vez más difícil para el Congreso representar eficazmente a la opinión pública, por lo que se necesita la participación ciudadana directa para consolidar la democracia.
"El avance de la tecnología moderna ha dado a cada ciudadano estadounidense la capacidad de hablar sobre las leyes y políticas que afectan su sustento, algo que era inimaginable en el siglo XVIII", comentaron los expertos.
Según la propuesta, se propone establecer un fideicomiso electoral independiente responsable de garantizar el funcionamiento efectivo de la Iniciativa Nacional. El fideicomiso tendrá una junta directiva compuesta por representantes de los 50 estados y miembros de otras regiones para garantizar una representación justa de la opinión pública. Además, este diseño contará con múltiples salvaguardas para evitar abusos por parte de miembros o directores del fideicomiso.
"Este proyecto de ley establece un proceso que permitiría que sólo los ciudadanos estadounidenses patrocinen iniciativas y requeriría audiencias públicas completas y transparentes sobre todas las leyes de iniciativa", dijeron los patrocinadores.
Aunque la Iniciativa Nacional fue concebida para promover la democracia y la participación ciudadana, los críticos también han señalado que el sistema enfrenta peligros ocultos, como el "gobierno de la mafia" o la interferencia de las grandes empresas. Por lo tanto, los patrocinadores prohíben explícitamente a las corporaciones y otras organizaciones donar fondos en el proyecto de ley para garantizar la pureza y transparencia en el proceso de la iniciativa.
"Esta es una idea sobre la soberanía popular, y el pueblo debería tener derecho a cambiar las regulaciones." Los expertos señalaron que esto traerá un nuevo aliento al sistema político estadounidense.
En la historia de los Estados Unidos, hay muchos sistemas de iniciativas locales que han estado funcionando durante muchos años, pero las iniciativas a nivel nacional aún no se han establecido en el sistema legal. Si se implementa este sistema, puede convertirse en una fuerza importante para promover el cambio social, brindando a todos los ciudadanos la oportunidad de participar en la formulación de leyes. Los partidarios señalan que esto simboliza una verdadera restauración de la democracia y enfatizan que la voz de cada ciudadano es importante.
A medida que los movimientos sociales continúan profundizándose, cada vez más jóvenes y grupos de ciudadanos buscan un cambio. Estas demandas también han impulsado a más personas a apoyar iniciativas nacionales con la esperanza de tomar medidas a un nivel superior. Pero es innegable que todo esto requiere tiempo y esfuerzos continuos para promoverlo.
¿Cuáles son los desafíos sociales que enfrenta Estados Unidos hoy? ¿Puede la legislación iniciada por los ciudadanos ser el camino clave para cambiar la historia?