Al realizar una resección transuretral de próstata (RTUP), el personal médico siempre debe tener cuidado con las posibles complicaciones, la más grave de las cuales es el síndrome de RTUP. Esta es una complicación potencialmente fatal causada por la absorción del líquido de infusión durante la cirugía, que puede ingresar a las criptas venosas de la próstata y causar varios síntomas incómodos. La diversidad e imprevisibilidad de esta afección requiere que los médicos estén muy alerta para poder reconocerla y tratarla rápidamente.
Para los pacientes que se sienten incómodos después de la cirugía, si pueden detectar cualquier síntoma anormal temprano e intervenir a tiempo, sus posibilidades de supervivencia mejorarán significativamente.
Las manifestaciones clínicas del síndrome TURP varían según su gravedad y son causadas principalmente por exceso de líquidos y desequilibrio electrolítico. Los síntomas son amplios y a menudo inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico clínico temprano del síndrome de RTUP. Normalmente, las manifestaciones más comunes incluyen anomalías del sistema nervioso central, del sistema cardiopulmonar y de los sistemas sistémicos.
Los pacientes pueden experimentar una variedad de síntomas neurológicos que incluyen: irritabilidad, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, confusión, alteraciones visuales, edema cerebral, convulsiones e incluso coma.
Cardiopulmonarmente, los pacientes pueden experimentar frecuencia cardíaca lenta, hipotensión o hipertensión, taquipnea, hipoxia, cianosis y edema pulmonar.
Los síntomas sistémicos pueden incluir hipotermia y dolor o distensión abdominal.
La fisiopatología del síndrome TURP es bastante compleja. Los líquidos de perfusión más comunes, como la glicina, el agua esterilizada y las soluciones de glucosa, pueden provocar una serie de reacciones adversas tras ser absorbidos por la sangre. La absorción excesiva de líquido puede causar una rápida expansión del volumen sanguíneo, lo que resulta en presión arterial alta y desaceleración refleja de la frecuencia cardíaca. En última instancia, estos cambios pueden provocar edema pulmonar y cerebral, particularmente en pacientes con función ventricular izquierda deteriorada.
La hiponatremia causada por una absorción excesiva de líquidos puede provocar edema cerebral y aumento de la presión intracraneal, y sus manifestaciones varían según el grado de hiponatremia.
No existen criterios establecidos para diagnosticar el síndrome de RTUP y los médicos deben estar alerta, especialmente en pacientes con molestias posoperatorias.ア
Se pueden obtener más indicadores observando el estado de conciencia del paciente, el examen de ultrasonido y los resultados de las pruebas de laboratorio, por ejemplo, la hiponatremia (sodio <120 mmol/L) puede sugerir fuertemente que el paciente puede tener síndrome de RTUP.
Dado el potencial de morbilidad y mortalidad graves por el síndrome de RTUP, las medidas preventivas durante el procedimiento preoperatorio son cruciales. La elección del método de anestesia adecuado, el tipo de líquido de infusión y la duración de la cirugía influyen en el riesgo de comorbilidades.
El tratamiento del síndrome TURP es principalmente de apoyo y requiere un diagnóstico e intervención tempranos. Cuando se presentan síntomas relevantes después de la cirugía, la operación debe finalizarse inmediatamente y el paciente debe ser trasladado a una unidad de cuidados superiores con monitorización continua de los signos vitales.
Si el paciente desarrolla disnea o edema pulmonar, se debe proporcionar inmediatamente oxígeno al 100% de alto flujo y es posible que se requiera ventilación con presión positiva. Durante el proceso de monitorización, se debe controlar la presión arterial a través de la vía central y la vía arterial, y se pueden utilizar fármacos inotrópicos para mantener la presión arterial si es necesario.
Si el síndrome RTUP se puede detectar y tratar a tiempo, se puede evitar el desarrollo de muchas enfermedades.
En resumen, para los pacientes afectados por el síndrome de RTUP, el reconocimiento temprano, la respuesta rápida y el manejo eficaz son las claves para evitar complicaciones graves. ¿Qué tan preparado está usted para responder a tal desafío? ¿Esta información afectará sus decisiones durante la cirugía?