En nuestra vida diaria, a menudo nos enfrentamos a momentos en los que necesitamos tomar decisiones, y las decisiones pueden parecer aún más difíciles cuando nos enfrentamos a sentimientos conflictivos. La ambivalencia es la posesión simultánea de creencias o emociones conflictivas sobre un objeto o situación, lo que hace que nuestro proceso de toma de decisiones sea inusualmente complejo.
La ambigüedad es un estado en el que una persona experimenta reacciones, creencias o emociones conflictivas que existen simultáneamente.
Este estado psicológico a menudo es el resultado de pensamientos múltiples. Por ejemplo, cuando las personas tienen opiniones tanto positivas como negativas sobre un producto, esta creencia conflictiva les dificulta tomar una decisión de compra. “Me gusta el diseño de este teléfono, pero creo que es demasiado caro”. Este tipo de pensamientos hacen que los que toman decisiones duden e incluso sean incapaces de llegar a una conclusión.
Los psicólogos señalan que este tipo de contradicción se puede dividir en muchas formas, incluida la "contradicción percibida" interna personal y la "contradicción potencial" objetiva. Contradicciones percibidas y contradicciones potencialesLa ambivalencia percibida, también conocida como ambivalencia subjetiva, se refiere a la inquietud ética que experimenta una persona cuando su evaluación de algo es obviamente conflictiva. Por ejemplo, los sentimientos de agrado o desagrado hacia un político a menudo conducen a una "contradicción subjetiva". Las posibles contradicciones (es decir, contradicciones latentes) ocurren cuando los individuos reconocen simultáneamente evaluaciones positivas y negativas de un objeto, aunque todavía no son conscientes del conflicto. Esta es también una forma más directa de medir posibles conflictos en la mente de un individuo.
Cuando las actitudes de los individuos alcanzan un alto nivel de conflicto, sus predicciones de comportamiento se vuelven inestables y difíciles de decidir.
Esta situación puede dar lugar a un retraso en la toma de decisiones o incluso a evitar la acción. Este malestar psicológico se hace especialmente evidente cuando hay que tomar decisiones.
La teoría de la disonancia cognitiva amplía aún más el concepto de ambivalencia. Según esta teoría, las personas experimentan malestar psicológico cuando encuentran información que contradice sus creencias, lo que las impulsa a buscar alivio. Las estrategias de mitigación más comunes implican cambiar comportamientos, cambiar creencias o encontrar nuevos marcos de pensamiento que racionalicen emociones inconsistentes.
Las investigaciones muestran que la inseguridad psicológica es particularmente aguda en los momentos de mayor conflicto y, una vez que esto sucede, a menudo conduce a una profunda reflexión sobre las creencias de las personas.
Por ejemplo, cuando nos enfrentamos a las consecuencias de una elección, podemos empezar a dudar de nuestras elecciones pasadas, lo que puede provocar que los individuos experimenten emociones y comportamientos conflictivos al mismo tiempo.
Cómo gestionar las contradicciones cognitivasPara gestionar eficazmente esta paradoja cognitiva, necesitamos aprender a ser conscientes de nuestros propios conflictos internos. La investigación psicológica muestra que el reconocimiento y la aceptación de este estado son claves. Primero, debemos reconocer la existencia de contradicciones y tratar de ordenar estas emociones y creencias confusas y encontrar las razones de su existencia. Cuando se enfrente a creencias conflictivas, trate de encontrar una explicación que reconcilie ambas.
Aprender a aceptar los sentimientos de conflicto puede ser el primer paso para aclarar sus pensamientos y mejorar su toma de decisiones.
Además, escuchar las opiniones de otras personas y obtener opiniones diferentes también puede ayudarnos a romper el punto muerto y obtener nuevas perspectivas y soluciones.
El conflicto es una parte inevitable del proceso de pensamiento humano y puede ser extremadamente confuso cuando necesitamos tomar una decisión. Ante diversas contradicciones en la vida, ¿estás dispuesto a aceptar este estado psicológico y encontrar formas efectivas de gestionarlo?