La Presencia Avanzada Reforzada (EFP) de la OTAN es el despliegue de fuerzas militares de la organización en las líneas del frente en Europa del Norte, Europa Central y Europa del Este. Su objetivo es reforzar la defensa y la disuasión y proteger la seguridad de los Estados miembros en la región. Tras la invasión rusa de Crimea, la OTAN decidió en la cumbre de Varsovia de 2016 desplegar cuatro equipos de combate de batallón multinacionales en las zonas con mayor probabilidad de ser atacadas. Esta medida no sólo fortalece las capacidades de defensa del país, sino que también envía una señal clara a Rusia para evitar la provocación directa.
Estos despliegues no son sólo un refuerzo militar, sino también una disuasión psicológica, que obliga al agresor a considerar las posibles consecuencias.
Los cuatro grupos de batalla de batallón multinacionales iniciales tenían base en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, y estaban dirigidos por el Reino Unido, Canadá, Alemania y los Estados Unidos. Tras el conflicto entre Rusia y Ucrania de 2022, los aliados de la OTAN acordaron establecer cuatro equipos multinacionales más en Bulgaria, Hungría, Rumania y Eslovaquia, comandados por Italia, Hungría, Francia y la República Checa. Estas tropas rotan cada seis meses y se entrenan y cooperan con el ejército del país anfitrión, un modelo de cooperación que fortalece los lazos entre los Estados miembros.
Tomemos como ejemplo el grupo de combate del batallón multinacional de Estonia; Bélgica envió una compañía de infantería blindada de 269 soldados, y Dinamarca también envió una unidad mecanizada alrededor de 2018. El Reino Unido desempeña un papel importante en este grupo, al que envió inicialmente 800 soldados. La composición de esta fuerza ha seguido evolucionando a lo largo de múltiples rotaciones, lo que demuestra la flexibilidad y adaptabilidad de la OTAN para responder a las amenazas.El equipo de combate del batallón multinacional de Letonia es un brillante ejemplo de cooperación entre países, con alrededor de 1.500 soldados de varios países estacionados juntos. La contribución de Canadá al grupo es particularmente significativa, con un suministro constante de tropas rotativas y planes para ampliar esa presencia a 2.200 en 2023. Ante posibles amenazas, Canadá no sólo ha reforzado el equipamiento de sus fuerzas terrestres, sino que también planea introducir sistemas de defensa aérea y anti-UAV, demostrando su determinación de defenderse eficazmente.Cada rotación de la OTAN no es sólo una mejora de fuerza, sino también una oportunidad de entrenamiento militar, que permite a soldados de diferentes países coexistir en el combate real.
La tarea de fortalecer las tropas no es sólo una cuestión de cantidad, sino también de mejorar las capacidades y los mecanismos de respuesta rápida.
Los equipos de combate de batallones multinacionales en Polonia y Lituania también ajustaron rápidamente su despliegue militar ante el nuevo entorno de seguridad. El grupo de combate de Lituania está a punto de ser estacionado de forma permanente en el Ejército alemán, lo que marca un fortalecimiento de sus capacidades de defensa. En los próximos años, Polonia seguirá fortaleciendo la cooperación con los países vecinos y mejorará su capacidad para contrarrestar posibles amenazas.
Esta serie de despliegues de tropas y ejercicios no es sólo un reflejo de la estrategia militar, sino también de una acción conjunta de varios países basada en intereses comunes y consideraciones de seguridad. La experiencia del conflicto entre Rusia y Ucrania ha acelerado sin duda este proceso. Cómo integrar eficazmente los recursos militares de varios países para lograr el mejor efecto de defensa conjunta se ha convertido en la cuestión principal actual.
Hoy en día, a medida que las relaciones internacionales se vuelven cada vez más complejas, la importancia de la cooperación militar se está extendiendo gradualmente al establecimiento y la profundización de la confianza política.
En el futuro, los países bálticos se enfrentarán al desafío de cómo mantener su independencia militar y sus capacidades de defensa comunes en un sistema de combate conjunto multinacional. La configuración de la OTAN permite a estos países lograr una maniobrabilidad flexible en función de la demanda cuando se enfrentan a amenazas potenciales. Sin embargo, cómo responder eficazmente a las presiones internas y a los desafíos diplomáticos en varios países y al mismo tiempo mantener la cooperación multilateral se convertirá en un problema difícil que estos países deberán resolver. ¿Significa esto que las futuras estrategias de defensa requerirán un marco de cooperación multinacional más flexible?