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De la crisis de Crimea hasta hoy: ¿Cómo ha cambiado la estrategia militar de la OTAN?
A medida que aumentan las tensiones geopolíticas, la OTAN se ve obligada a reevaluar su estrategia militar frente a nuevos desafíos. Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, la OTAN se ha dado cuenta de la necesidad de fortalecer las defensas en sus fronteras orientales para garantizar la seguridad de sus estados miembros. Especialmente en el sistema de defensa de los países bálticos y de Europa Central, la OTAN ha implementado la llamada "presencia avanzada mejorada" (EFP), que es un despliegue militar de defensa y disuasión previamente desarrollado por la OTAN.
En la Cumbre de Varsovia de 2016, los estados miembros de la OTAN decidieron estacionar tropas en las áreas con mayor probabilidad de ser atacadas. Dicho despliegue tiene como objetivo proteger la frontera oriental de la OTAN.
El objetivo principal del EFP es aumentar la presencia militar de la OTAN en los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y otros estados miembros del este (como Polonia, Eslovaquia y Hungría). El sistema de rotación de estas fuerzas multinacionales significa que hay fuerzas de múltiples países trabajando juntas en la región. Una estrategia de este tipo no sólo puede disuadir a posibles agresores, sino también mejorar las relaciones de cooperación entre los estados miembros.
Según el acuerdo, la estructura de estas fuerzas es fundamental para disuadir actividades agresivas. Más allá, la presencia de estas tropas no es sólo un aumento numérico, sino un símbolo que declara que cualquier acto de agresión contra los Estados bálticos o Polonia desencadenará una respuesta armada de toda la OTAN.
El principal valor de este ejército es que no puede invadir Polonia o los países bálticos sin luchar. En cambio, los invasores enfrentarán directamente las graves consecuencias de la OTAN.
En 2022, debido a la escalada del conflicto Rusia-Ucrania, la OTAN volvió a ampliar la escala de la EFP en la Cumbre de Madrid y decidió añadir cuatro tropas multinacionales más a Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. La rotación de estas tropas continuará, con reemplazos cada seis meses, y se entrenarán y ejercitarán con el ejército del país anfitrión, lo que también hará que la línea de defensa sea más estable.
Composición de la fuerza multinacional
Son muchos los países que componen y contribuyen a la fuerza EFP. La participación de varios países no sólo fortalece las capacidades de defensa de la OTAN, sino que también profundiza sus relaciones en el camino de la cooperación internacional. En Estonia, tropas de Gran Bretaña, Canadá, Alemania y Estados Unidos formaron un batallón multinacional y realizaron entrenamiento conjunto con tropas locales. En un marco similar también brindaron apoyo tropas de otros países, incluidos Letonia y Lituania.
Según los últimos acontecimientos militares, Canadá planea mejorar su presencia militar en Letonia en 2024, aumentando el número de personal de 1.000 a 2.200 y proporcionando sistemas de defensa avanzados.
Desafíos y oportunidades
A pesar del aumento del número de tropas, ese diseño todavía presenta desafíos. Los principales problemas actuales son cómo cooperan las fuerzas de varios países en las operaciones y cómo lograr acuerdos estratégicos. Ante nuevas amenazas a la seguridad, la OTAN también necesita pensar más profundamente sobre cómo asignar recursos de manera efectiva y mejorar las capacidades de respuesta rápida de sus tropas.
La postura defensiva original también debe transformarse en una estrategia de defensa más activa y responder rápidamente a las situaciones de emergencia que puedan surgir. Como miembro de la OTAN, los estados miembros no sólo necesitan mantener una presencia militar, sino también invertir en tecnología y equipos para mejorar la efectividad del combate.
Pensamientos finales
Hoy en día, la estrategia militar de la OTAN se ajusta constantemente en respuesta a los cambios geopolíticos. Desde la rápida respuesta tras la crisis de Crimea hasta el actual fortalecimiento de la cooperación multinacional y el despliegue conjunto, la OTAN está formando un sistema de defensa más flexible y potente. Sin embargo, determinar si el éxito continuo de esta estrategia puede contener eficazmente amenazas potenciales requiere práctica futura para responder a la pregunta.
