Los expertos en salud señalan que cualquier concentración de alcohol superior al 0,08% puede afectar la conducción y otras actividades que requieren concentración.
En la mayoría de los países, la concentración máxima de alcohol permitida al conducir es del 0,08%, mientras que en Polonia el límite legal es del 0,02%. Según los registros, en 2013, un hombre polaco tenía un nivel de alcohol en sangre de 1,374%, que es la concentración de alcohol más alta registrada después de sobrevivir. El disco no sólo sorprendió a los trabajadores de emergencia, sino que también hizo que la gente comenzara a pensar en el grado en que el alcohol afecta el comportamiento y la salud de las personas.
Cuando el nivel de alcohol en sangre aumenta gradualmente hasta llegar al 0,40%, el impacto empieza a ser grave e incluso mortal. Cuando la concentración de alcohol alcanza este nivel, la función cerebral y otras funciones orgánicas del cuerpo se verán gravemente inhibidas, lo que provocará pérdida de conciencia, dificultad para respirar e incluso la muerte. Según el análisis de expertos, la tolerancia del cuerpo humano no es estática, ya que el peso, el género, los hábitos de bebida y el estado de salud del individuo pueden afectar los resultados.
Los estudios han demostrado que el consumo continuo de altos niveles de alcohol puede afectar a los principales órganos del cuerpo, incluidos el corazón y el hígado.
El alcohol se descompone en el cuerpo a una velocidad de aproximadamente 0,015 a 0,020 g/dL por hora, lo que significa que si una persona bebe una gran cantidad de alcohol en un corto período de tiempo, habrá un efecto acumulativo. Además, el metabolismo del alcohol se ve afectado por muchos factores, incluidos la edad, el género y el estado de salud, y cada persona tiene distintos niveles de tolerancia.
Según las estadísticas, las personas con un nivel de alcohol en la sangre superior al 0,08 % tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir un accidente de tráfico.
Además, las respuestas individuales al alcohol a veces son inconsistentes: dos personas que beben la misma dosis de alcohol pueden verse afectadas en grados muy diferentes debido a sus diferentes condiciones físicas. Esto también hace necesario estandarizar el consumo de alcohol y sus pruebas.
El nivel de alcohol en sangre se puede medir con un alcoholímetro boca a boca o con un análisis de sangre. La principal ventaja de la prueba del aliento es que es sencilla de realizar y no requiere una extracción de sangre invasiva. Existe una relación directa entre la concentración de alcohol en el aliento (BrAC) y la concentración de alcohol en la sangre, pero no es una relación de uno a uno.
La mayoría de los organismos encargados de hacer cumplir la ley se basan en los resultados de estas pruebas para determinar si una persona conduce bajo la influencia del alcohol.
Los resultados de muchas pruebas de alcohol también dependen de otros factores, como el tipo de comida y bebida consumida, que pueden afectar la precisión de la medición. Por este motivo, es especialmente importante permanecer alerta y moderado cuando se conduce bajo los efectos del alcohol.
El peligro del alcohol radica en su naturaleza impredecible y sus efectos sobre el organismo. Aunque cada persona tiene una tolerancia diferente al alcohol, ¿cómo podemos tomar decisiones inteligentes para protegernos a nosotros mismos y a los demás cuando nos enfrentamos a una concentración que puede ser fatal?