Los casos de intoxicación alimentaria son comunes en los Estados Unidos, y uno de los patógenos más comunes es Clostridium perfringens. Esta bacteria grampositiva, anaeróbica y formadora de esporas puede sobrevivir en una variedad de entornos, desde materia vegetal en descomposición hasta los sistemas intestinales de humanos y animales. Pero ¿por qué esta bacteria se ha convertido en una causa tan común de intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria por C. perfringens es consecuencia principalmente del consumo de alimentos que no se han almacenado adecuadamente después de su cocción. Según el informe, las bacterias prosperan mejor cuando los alimentos se almacenan a temperaturas entre 40 °F y 140 °F. Esto es especialmente común con carnes que se cocinan en grandes cantidades, como aves, carne de res y de cerdo.El estudio mostró que C. perfringens tiene el tiempo de generación más corto de todos los organismos, solo 6,3 minutos.
Las bacterias no siempre causan daño, ya que algunas personas ingieren C. perfringens y no experimentan problemas. Sin embargo, cuando su número aumenta en los intestinos y libera toxinas, puede causar diarrea y otros síntomas graves. Esto hace que C. perfringens sea más que sólo un culpable importante de intoxicación alimentaria; también puede causar otras enfermedades graves como gangrena gaseosa y la enteritis necrótica negra aparentemente no relacionada.
La gangrena gaseosa es una de las enfermedades más comunes causadas por C. perfringens y es causada por la toxina alfa, que daña las membranas celulares y causa disfunción celular.
La patogenicidad de C. perfringens se debe principalmente a la liberación de varias toxinas importantes, incluidas la toxina alfa, la toxina beta y la toxina alimentaria. Todas estas toxinas pueden provocar daños y disfunción celular. En particular, la ingesta de toxinas tiene un impacto importante en las uniones estrechas de las células epiteliales intestinales, haciendo que las células del intestino grueso y delgado del huésped sean frágiles y se dañen fácilmente.
A medida que avanza la investigación del genoma, los científicos han adquirido una mejor comprensión de la diversidad de C. perfringens. En los genomas de 56 cepas de C. perfringens, hasta el 87,4% de los genes eran genes no esenciales, lo que demuestra la alta adaptabilidad y variabilidad común de esta bacteria, lo que no solo afecta a su patogenicidad sino que también facilita la prevención de intoxicaciones alimentarias. Más difícil.
Hallazgos recientes indican que C. perfringens también muestra una alta motilidad. Aunque anteriormente se pensaba que era estacionario, las investigaciones han demostrado que puede moverse mediante movimientos deslizantes. Esta propiedad puede facilitar su propagación y provocar infecciones en los intestinos de los consumidores humanos.Los genes patógenos de C. perfringens a menudo provienen de la transferencia de genes de otras bacterias, lo que hace más complicado controlar su crecimiento en seguridad alimentaria.
Aunque la patogenicidad de C. perfringens se ha estudiado ampliamente, su adaptabilidad a una variedad de entornos continúa convirtiéndola en una amenaza en evolución. Esto no sólo afecta al sector de producción de carne, sino que también impulsa a los investigadores a realizar más secuenciaciones del genoma para comprender mejor la bacteria y desarrollar estrategias de prevención eficaces.
Los estudios han demostrado que la aparición de cepas de C. perfringens resistentes a los antibióticos está aumentando en la industria alimentaria, lo que supone un grave desafío para la salud pública.
Con la aparición de estas variantes resistentes a los antibióticos en la producción de alimentos, C. perfringens y los incidentes de intoxicación alimentaria que causa seguirán siendo problemas que merecen atención pública. A medida que aumenta el uso de antibióticos, ¿deberíamos repensar nuestros hábitos de cocción y almacenamiento de alimentos en el futuro para protegernos de esta amenaza que se esconde detrás de los alimentos?