La reducción de la manifestación afectiva es un tema de gran preocupación en el campo de la salud mental. Este fenómeno, también conocido como parálisis afectiva o embotamiento afectivo, describe una reducción en la capacidad de respuesta emocional de un individuo, que se manifiesta en expresiones de emoción verbales y no verbales. En este caso, ya sean expresiones faciales o entonación de la voz, la expresión emocional del individuo parece mediocre. Existen varias causas de esta afección, que incluyen autismo, esquizofrenia, depresión y efectos secundarios de ciertos medicamentos.
“La reducción de las emociones a menudo se asocia con cambios en la estructura del cerebro, particularmente en áreas involucradas en el procesamiento de las emociones”.
La expresión emocional reducida se divide en varios tipos, incluidas las emociones contraídas, las emociones embotadas y las emociones aplanadas. Específicamente, la emoción contraída se refiere a una reducción en el alcance y la intensidad de la expresión emocional individual; la emoción embotada se refiere a una disminución significativa en la energía de las respuestas emocionales y la emoción plana significa casi ninguna expresión emocional, incluso en aquellas que generalmente despiertan emociones fuertes. La situación tampoco respondía. Esta falta de emoción se cita a menudo como una de las características centrales de trastornos psicológicos como la esquizofrenia.
La investigación empírica muestra que las personas con esquizofrenia muestran diferentes patrones de actividad cerebral en escáneres cerebrales que analizan estímulos emocionales. Por ejemplo, cuando a los pacientes con esquizofrenia sin emociones embotadas se les muestran imágenes emocionales negativas, se activan múltiples áreas cerebrales clave, incluida la corteza cingulada anterior, la ínsula y la amígdala, mientras que los pacientes con emociones embotadas activan principalmente algunos de los lóbulos temporales y del mesencéfalo.
“Las vías de procesamiento emocional en el cerebro muestran que los pacientes con emociones embotadas tienen procesos neuronales modulados al percibir estímulos emocionales, lo que a su vez afecta la función de la corteza prefrontal y afecta la integridad de la respuesta emocional”.
Además de las diferentes estructuras del cerebro, el tronco del encéfalo también está indisolublemente ligado a los cambios en la expresión emocional. El tronco del encéfalo es responsable de las estrategias pasivas de afrontamiento emocional que pueden hacer que un individuo se separe del entorno externo. Las investigaciones muestran que cuando los pacientes con esquizofrenia, que tienen emociones embotadas, ven fragmentos de películas tristes, ciertas partes del tronco encefálico se activan, lo que puede estar relacionado con el procesamiento perceptual de los estímulos emocionales.
La función de la corteza prefrontal también está relacionada con la generación y regulación de emociones. Los investigadores descubrieron que los pacientes con esquizofrenia no presentaban cambios significativos en la activación de su corteza prefrontal cuando se enfrentaban a estímulos tristes externos, lo que puede estar relacionado con su deterioro en el procesamiento emocional. En este caso, la falta de actividad en la corteza prefrontal puede ser una de las razones del embotamiento de la emoción.
"La reducción en la expresión emocional puede no solo deberse a una falta de emoción, sino también a conexiones deficientes entre diferentes regiones del cerebro, lo que afecta la eficiencia general del procesamiento emocional."
En ciertos trastornos psicológicos, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el embotamiento de las emociones también es un síntoma importante. Muchos miembros del servicio que han experimentado un trauma psicológico importante a menudo experimentan sentimientos de desconexión y dificultad para expresar emociones positivas, lo que los hace sentir psicológicamente aislados.
En el diagnóstico clínico, es muy importante distinguir el afecto embotado de otros síntomas negativos. El afecto embotado a menudo se asocia con anhedonia, los cuales se consideran síntomas negativos. Durante la evaluación clínica, se debe considerar cuidadosamente el impacto de las diferencias culturales y los factores situacionales en la expresión emocional para evitar evaluaciones erróneas sin una comprensión total.
Viendo el panorama general, el problema de la expresión emocional reducida involucra múltiples niveles neurobiológicos, lo que hace que sea crucial que los investigadores exploren tratamientos y métodos de intervención. Las investigaciones futuras tienen el potencial de revelar las complejas interacciones de más regiones del cerebro y proporcionar nuevos conocimientos para mejorar las respuestas emocionales en personas con trastornos mentales. A medida que continuamos profundizando en este tema, tal vez surja una pregunta más importante: ¿Podemos realmente comprender lo que siente una persona en el fondo cuando su apariencia exterior nos dice la historia opuesta?