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Desmitificando la incontinencia fecal: ¿Qué te hace perder el control?
La incontinencia fecal (IF), o en algunos casos la incontinencia anal, es la incapacidad de controlar las deposiciones, lo que resulta en la pérdida involuntaria de heces, incluidas heces gaseosas, líquidas y sólidas. Este no es un diagnóstico independiente, sino uno de los muchos signos de afecciones subyacentes. La incontinencia fecal puede ocurrir por diversas razones y puede ir acompañada de estreñimiento o diarrea.
Las principales causas de la incontinencia fecal a menudo pueden atribuirse a lesiones directas o tardías durante el parto, complicaciones de una cirugía anorrectal previa y cambios en el comportamiento intestinal.
La vida diaria de muchas personas se ve afectada por la incontinencia fecal, no sólo física sino también psicológicamente. Los estudios muestran que aproximadamente el 2,2% de los adultos de la comunidad se ven afectados por esta afección, y en algunas instituciones esta proporción se acerca incluso al 50%.
Consecuencias de la incontinencia fecal
Las consecuencias de la incontinencia fecal son multifacéticas, además de las reacciones físicas de la piel y las infecciones del tracto urinario, no se puede subestimar la carga económica. Estas cargas incluyen gastos médicos personales, desempleo e incluso los costos de atención médica de la sociedad en su conjunto. La gente suele sentirse demasiado avergonzada como para pedir ayuda, lo que empeora el problema.
La incontinencia fecal suele ir acompañada de problemas emocionales como baja autoestima, vergüenza, depresión y aislamiento.
Posibles causas de incontinencia fecal
La incontinencia fecal tiene muchas causas y suele ser una combinación de varios factores. Los factores más comunes incluyen lesiones posparto, trastornos neurológicos (como accidente cerebrovascular o esclerosis múltiple) y trastornos intestinales (como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa). Estas son algunas de las razones principales:
Traumatismo del parto y efectos postoperatorios
La lesión del esfínter anal posparto es una de las principales causas de incontinencia y algunas cirugías anorrectales también pueden causar lesión del esfínter. Estas lesiones invisibles a menudo no son fáciles de detectar después de la cirugía, pero pueden manifestarse como síntomas de incontinencia años después.
Enfermedades del sistema nervioso
Una variedad de enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple o la lesión de la médula espinal, pueden dañar las vías de señalización entre el cerebro y el ano, afectando la capacidad de controlar las deposiciones.
Enfermedades y trastornos intestinales
Las enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino irritable pueden causar diarrea prolongada. Este tipo de heces líquidas es más difícil de controlar que las heces sólidas y pueden agravar fácilmente la incontinencia.
Problemas de coordinación entre la vejiga y el recto
Las deposiciones efectivas requieren una buena coordinación entre la vejiga y el recto. La dificultad o la defecación incompleta pueden hacer que las heces permanezcan en el recto, lo que dificulta las deposiciones posteriores.
Proceso de diagnóstico
El diagnóstico de la causa de la incontinencia fecal generalmente comienza con una evaluación exhaustiva del historial médico, que incluye preguntas detalladas sobre los síntomas, hábitos intestinales, dieta, medicamentos y más. Cuando es necesario, se realiza un tacto rectal para evaluar el tono y la contracción voluntaria de los músculos del esfínter.
Las pruebas especializadas, como la evaluación de la fisiología anorrectal y las imágenes abdominales, pueden revelar aún más posibles defectos estructurales o daños a los nervios.
Manejo y Tratamiento
El tratamiento de la incontinencia fecal generalmente requiere un plan de tratamiento individualizado que combine modificación de la dieta, medicación e intervención quirúrgica cuando sea necesario. Los profesionales médicos deben tener conocimientos suficientes para identificar correctamente los efectos de la FI mientras los pacientes reciben tratamiento.
Aunque la incontinencia fecal es un problema común que molesta a muchas personas, debido al estigma social a veces vergonzoso que la acompaña, muchas personas optan por sufrir en silencio en lugar de buscar ayuda. En última instancia, si esta situación puede mejorarse todavía depende de cómo pensemos sobre la incontinencia fecal.
