El cultivo de embriones es una parte importante del proceso de fertilización in vitro al promover el crecimiento de embriones en medios de cultivo artificiales. Dependiendo de la etapa de desarrollo, el embrión puede transferirse en diferentes momentos, generalmente durante la etapa de escisión (días 2 a 4 después de la fertilización) o la etapa de blastocisto (días 5 o 6 después de la fertilización). Este proceso no sólo implica el sano desarrollo del embrión, sino que también incide directamente en la tasa de nacidos vivos.
Se observó un aumento significativo en las tasas de nacidos vivos durante el cultivo hasta la etapa de blastocisto.
Las condiciones óptimas para el cultivo de embriones incluyen concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono que simulan el entorno del útero de la madre. Las investigaciones muestran que mantener el oxígeno al 5%, el dióxido de carbono al 6% y establecer la temperatura y el pH adecuados son clave. La temperatura debe mantenerse a 37 grados y el valor del pH debe estar entre 7,2 y 7,5 para garantizar un entorno de crecimiento óptimo para los embriones durante el cultivo.
El equilibrio de oxígeno y ácido-base en el cultivo de embriones es fundamental para la salud y el crecimiento de los embriones.
En términos de tecnología de cultivo de embriones, los investigadores pueden optar por utilizar medios de cultivo artificiales o cocultivo de endometrio autólogo. En los medios de cultivo artificiales, se puede utilizar un único medio de cultivo o se pueden cambiar diferentes medios secuencialmente según la etapa de desarrollo del embrión. Para cultivos en la etapa de blastocisto, generalmente se usa un medio el día 3 y posteriormente se cambia a otro. Aunque tanto los medios de cultivo únicos como los secuenciales son eficaces para promover el desarrollo de embriones humanos, sigue siendo necesario mejorar la composición de estos medios para mejorar el rendimiento del crecimiento embrionario.
Los nutrientes que necesitan los embriones en diferentes etapas serán diferentes, lo cual es crucial para mejorar la vitalidad embrionaria.
El estudio también encontró que el uso de condiciones con una baja concentración de oxígeno (5%) aumentó las tasas de nacidos vivos en comparación con un ambiente tradicional con un 20% de oxígeno y no mostró un mayor riesgo de nacimientos múltiples, abortos espontáneos o defectos de nacimiento. Esto hace que los entornos hipóxicos sean una dirección importante para el futuro cultivo de embriones.
En este sentido, el control del sistema tampón y el pH del medio de cultivo es crucial. Los medios de cultivo actuales se clasifican según el tampón utilizado, incluidos aquellos que utilizan tampón CO₂/bicarbonato, tampón fosfato y medios tampón HEPES. La medida en que estos sistemas dependen del medio ambiente y su impacto en el desarrollo embrionario también requiere una investigación continua.
La adición de antioxidantes, antibióticos y factores de crecimiento durante el cultivo de embriones puede ayudar a mejorar la calidad del desarrollo embrionario.
Aunque actualmente hay estudios en animales que muestran que los embriones cultivados pueden tener anomalías epigenéticas, aún es urgente seguir optimizando la tecnología. Esto también ha llevado al desarrollo de técnicas de cultivo de embriones que ahora se utilizan ampliamente en especies no humanas para explorar su desarrollo, tecnologías de reproducción asistida y la generación de animales genéticamente modificados.
En resumen, un ambiente hipóxico juega un papel crucial en el desarrollo embrionario. En investigaciones futuras, todavía es una cuestión digna de nuestra consideración cómo continuar mejorando la tecnología de cultivo y mejorar aún más la salud de los embriones y las tasas de nacidos vivos.