Con los cambios en el estilo de vida, los problemas de salud de la columna vertebral de las personas se están volviendo cada vez más graves y la hernia de disco intervertebral se ha convertido en una de las enfermedades comunes. Los discos intervertebrales se encuentran entre las vértebras y son responsables de absorber los golpes y ayudar en el movimiento de la columna. Cuando un disco intervertebral se somete a una presión excesiva o una fuerza externa, puede provocar que su anillo fibroso se rompa y que el material gelatinoso del interior se abulte. Esta es la llamada hernia de disco intervertebral.
La salud del disco intervertebral está estrechamente relacionada con cada movimiento de la columna, que no se puede ignorar.
Muchos factores pueden provocar daños en el disco, incluida la edad, las lesiones, la mala postura y los hábitos de ejercicio. A medida que envejecemos, el contenido de humedad de los discos intervertebrales disminuye y su elasticidad se debilita, lo que los hace más susceptibles a sufrir daños. Además, levantar excesivamente objetos pesados en un corto periodo de tiempo o mantener la misma postura durante mucho tiempo puede provocar una presión anormal sobre los discos intervertebrales, provocando problemas.
Los síntomas de una hernia de disco varían según la ubicación y la gravedad de la lesión. Los síntomas comunes incluyen:
Las hernias de disco a menudo no se diagnostican fácilmente en las primeras etapas porque los síntomas pueden ser similares a los de otros problemas de salud.
Vale la pena señalar que muchas personas pueden tener una hernia de disco sin ningún síntoma evidente. Según algunos estudios, en la mitad de los sujetos se encontró una hernia discal leve en la columna cervical, incluso en ausencia de dolor.
Las hernias de disco suelen ser causadas por una mala postura o un estrés excesivo. Cuando la columna está bajo presión, como al agacharse o sentarse durante mucho tiempo, la presión dentro del disco intervertebral aumentará bruscamente, lo que puede hacer que el tejido interno del disco atraviese el anillo fibroso y luego se abulte hacia afuera. Además, diferentes situaciones de la vida, como estar sentado durante mucho tiempo en el trabajo o posturas inadecuadas para levantar objetos, son factores potenciales que causan daño al disco intervertebral.
Muchos atletas profesionales, especialmente en deportes de contacto, a menudo están sujetos a un gran estrés físico y, por lo tanto, son más susceptibles a la hernia de disco.
Para proteger la salud de los discos intervertebrales, es importante fortalecer los músculos centrales. Mantener una buena postura al estar sentado y de pie, evitar permanecer en la misma posición durante largos períodos de tiempo y hacer ejercicio moderado puede ayudar a reducir el riesgo de lesión discal. Los expertos recomiendan buscar asesoramiento profesional lo antes posible ante el dolor o el malestar para evitar que empeore la afección.
Existen muchos tratamientos para la hernia de disco, que van desde medicamentos hasta fisioterapia y cirugía. La mayoría de los pacientes pueden elegir un tratamiento conservador en la etapa inicial, como medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), fisioterapia, etc., y aproximadamente un tercio de los pacientes pueden recuperarse espontáneamente en dos semanas.
En algunos casos, si los síntomas persisten, puede ser necesaria una intervención médica adicional, como una cirugía.
Además de estos métodos, no se puede subestimar la importancia de proteger el disco intervertebral. El ejercicio adecuado y unos hábitos de vida saludables ayudarán a prolongar la vida útil de sus discos y mejorar su calidad de vida.
Nuestro sistema nervioso espinal es extremadamente delicado, y cualquier mal uso o postura inadecuada puede provocar daños irreversibles. ¿Has empezado a prestar atención a la salud de tu columna?