Para un niño de entre 1 y 3 años, este es un período de desarrollo particularmente importante. No sólo el crecimiento físico, sino el desarrollo cognitivo, emocional y social en general. En esta etapa, los niños suelen comenzar a explorar su relación con el mundo y señalar con el dedo cosas de interés. En este momento, sus habilidades psicológicas y sociales comienzan a lograr avances significativos.
Cuando los niños aprenden a señalar, en realidad es un indicador importante de su autoconciencia y de su interacción con el mundo.
El desarrollo de la primera infancia se puede dividir en varias áreas interrelacionadas. Estas áreas incluyen principalmente:
Aunque estas categorías de desarrollo pueden ayudarnos a comprender cómo crecen los niños pequeños, cada niño crece a un ritmo y ritmo diferentes.
Las investigaciones muestran que perder ciertos hitos no siempre indica que un niño tiene una discapacidad intelectual o física porque los niños se desarrollan en diferentes momentos.
En el pasado, ha habido preocupación sobre la relación entre un retraso significativo en los hitos del desarrollo y las discapacidades intelectuales o físicas. Sin embargo, investigaciones recientes han descubierto que alcanzar antes los hitos del desarrollo generalmente se asocia con niveles más altos de inteligencia. Un estudio de 2007 demostró que por cada mes que un niño aprende a ponerse de pie con anticipación, su coeficiente intelectual aumenta en un promedio de 0,5 puntos a los 8 años.
Los niños que son capaces de nombrar objetos o animales antes de los 18 meses de edad tienen un coeficiente intelectual promedio de 107 puntos en la edad adulta, mientras que aquellos que tienen más de 24 meses tienen un coeficiente intelectual de aproximadamente 101 puntos.
Los expertos sugieren que los padres no deben apresurar a sus hijos para que alcancen estos hitos, sino que deben respetar el ritmo de desarrollo de sus hijos siempre que se encuentren dentro de los límites normales.
Antes de comenzar a aprender a ir al baño, los padres deben confirmar la preparación física y psicológica de su hijo. La preparación fisiológica incluye la capacidad del niño para controlar los músculos del esfínter anal y uretral, mientras que la preparación psicológica se refiere a la motivación del niño para aprender a ir al baño y su capacidad para comprender instrucciones.
El habla es un hito importante en el desarrollo de los niños pequeños. La mayoría de los niños hablan su primera palabra a los 12 meses y, a los 18 meses, el aprendizaje del idioma se produce muy rápidamente e incluso pueden estar aprendiendo de 7 a 9 palabras nuevas por día. A los 21 meses, los niños empiezan a utilizar frases de dos palabras para expresar necesidades, como “yo iré”, “mamá te dará”, etc.
Esta etapa es un período crítico para que se comuniquen con sus padres y también desarrollen sus habilidades sociales.
Durante este período, los niños aprenden a expresar sus necesidades y sentimientos. Aprenden a señalar con el dedo lo que quieren, lo cual supone un gran avance psicológico. Esta etapa suele ir acompañada de altibajos emocionales, como arrebatos de malestar, cansancio o deseo de independencia, que son parte natural de su exploración de sí mismos y del mundo.
Aproximadamente a los 18 meses, los niños comienzan a darse cuenta de la diferencia entre ellos y los demás, lo cual es un hito importante en la autoconciencia. En esta etapa, los padres pueden utilizar un espejo para poner a prueba sus habilidades de autorreconocimiento.
Cuando un niño ve la marca del lápiz labial en su rostro y extiende la mano para tocarla, es una señal de autoconciencia.
Estos hitos no solo impactan las interacciones sociales de los niños, sino que también moldean su autoimagen y su estado emocional. Durante este desafiante período de desarrollo, comprender y apoyar el desarrollo de su hijo es fundamental para su crecimiento saludable.
Entonces, a medida que crece con sus hijos, ¿ha notado sus necesidades emocionales y cómo responder mejor a ellas?