¿Lo sabías? El síndrome de Mallory-Weiss es un desgarro de la mucosa causado por una presión abdominal alta, que ocurre principalmente después de los vómitos y es una causa común de hemorragia digestiva alta aguda. Según los estudios, los casos de este tipo de desgarros representan aproximadamente del 1 al 15% de todos los casos de hemorragia gastrointestinal superior en adultos y menos del 5% en niños.
Estos desgarros generalmente ocurren en la unión del esófago y el estómago, pero pueden ocurrir en otras partes del esófago, lo que hace que la afección sea potencialmente complicada.
La causa más común del síndrome de Mallory-Weiss está relacionada con los vómitos persistentes, especialmente en personas con alcoholismo o bulimia. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) también se considera un factor de riesgo asociado a este síndrome. Sin embargo, no todas las personas con síndrome de Mallory-Weiss tienen estos factores de riesgo conocidos.
Antes de 1929, se habían notificado casos que mostraban síntomas similares; el primer caso de úlcera gastroesofágica fue informado por Johann Friedrich Hermann Albers mediante una autopsia en 1833. No fue hasta 1929 que G. Kenneth Mallory y Soma Weiss describieron y nombraron con precisión el síndrome por primera vez. El término fue acuñado a partir de su estudio de 15 pacientes alcohólicos que mostraban signos de vómitos y náuseas.
Según su investigación, los vómitos repetidos pueden provocar la formación de un desgarro, que se encuentra en la unión entre el esófago y el estómago.
La investigación en la comunidad médica se ha desarrollado con el paso del tiempo. En 1955, el desarrollo de la cirugía condujo a enormes mejoras en los métodos de detección y tratamiento de Mallory-Weiss, desde la disección después de la muerte del paciente hasta la intervención y el diagnóstico tempranos.
El síntoma principal del síndrome de Mallory-Weiss suele ser el vómito con sangre (hematemesis), que a menudo ocurre después de vómitos o náuseas intensos. Los pacientes también pueden experimentar síntomas como dolor en el pecho, dolor de espalda o dolor en la parte superior del abdomen. Algunos pacientes pueden incluso sentirse mareados o perder el conocimiento en casos graves.
En el 90% de los casos, el desgarro sana espontáneamente y el sangrado se detiene naturalmente dentro de 48 a 72 horas.
La aparición del síndrome de Mallory-Weiss está estrechamente relacionada con el alcoholismo, la bulimia y la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Los estudios han encontrado que hasta el 75% de los pacientes beben mucho en el momento de la enfermedad. Además, también es una causa un aumento repentino de la presión abdominal, como vómitos o tos intensos.
Algunos estudios han demostrado que la hernia de hiato puede ser una causa potencial del síndrome de Mallory-Weiss, pero esta opinión también es controvertida y no se ha llegado a ninguna conclusión consistente.
Para confirmar el diagnóstico de desgarros de Mallory-Weiss generalmente se requiere una endoscopia gastrointestinal superior. Esto puede revelar la ubicación exacta del desgarro y su tamaño. En cuanto al tratamiento, para los casos de hemorragia menor se suelen utilizar métodos de tratamiento conservadores, como la infusión de líquidos por vía intravenosa, el ayuno y el reposo tranquilo. Cuando el sangrado persiste, se requieren técnicas hemostáticas endoscópicas, como el cierre con clips metálicos y la coagulación con sonda térmica.
La longitud del desgarro suele estar entre 2 y 4 cm en la mayoría de los pacientes y puede confirmarse mediante visualización endoscópica directa en la mayoría de los casos.
Además de los métodos de tratamiento anteriores, con el desarrollo de la tecnología de tratamiento, los pacientes también pueden recibir otros tratamientos innovadores mediante endoscopia, como inyección de epinefrina para contraer los vasos sanguíneos, ligadura para aplicar presión directa, etc. Una observación de seguimiento adecuada también es crucial para garantizar que el sangrado no vuelva a ocurrir.
Aunque se han logrado avances significativos en el tratamiento del síndrome de Mallory-Weiss, todavía es necesario mejorar la concienciación sobre la enfermedad, especialmente sobre los riesgos que plantea comer en exceso o vomitar intensamente. Ante esta situación, ¿alguna vez has pensado hasta qué punto entiendes las causas de estas enfermedades?