Una fractura de rótula, también llamada fractura patelar, es una rotura en la rótula. Generalmente ocurre debido a un traumatismo fuerte por un golpe directo en la rodilla o una caída. El diagnóstico de esta fractura se basa en síntomas típicos como dolor intenso, hinchazón y hematomas. Los pacientes pueden tener dificultad para caminar o incluso doblar o estirar las rodillas, lo que afecta la calidad de vida diaria.
SíntomasLas fracturas de rodilla afectan aproximadamente al 1% de todas las fracturas y son más comunes en hombres de mediana edad.
Los principales síntomas de una fractura de rótula incluyen dolor, hinchazón y hematomas en la parte delantera de la rodilla que pueden ser tan dolorosos que el paciente no puede doblar ni extender la rodilla. Cuando intentan ponerse de pie, el terrible dolor empeora la situación.
Además, el dolor de rodilla se agravará significativamente cuando los pacientes permanezcan sentados durante mucho tiempo. Si la sangre se acumula en la rodilla, la movilidad de la articulación se verá aún más limitada.
Las complicaciones de una fractura de rótula a veces pueden incluir daños en la tibia, el fémur o los ligamentos de la rodilla, y es posible que no se recupere la movilidad completa de la rodilla a largo plazo. El dolor también puede persistir y puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la osteoartritis de rodilla. Si una fractura va acompañada de una herida abierta, puede haber riesgo de infección y el hueso puede no sanar.
El diagnóstico de fractura de rótula se basa principalmente en los síntomas subjetivos del paciente y se confirma mediante un examen radiográfico. En algunos casos especiales, sobre todo en niños, puede ser necesaria una resonancia magnética adicional.
Las fracturas de rótula se pueden dividir en varios tipos según el método de lesión. La más común es la fractura transversal, que suele presentarse como una línea de fractura. Otros tipos incluyen fracturas marginales, fracturas osteocondrales y, raras, fracturas verticales o estrelladas. Las fracturas patelares también pueden subdividirse en dislocaciones, en las que los bordes rotos ya no están alineados, y no dislocaciones, en las que las partes rotas todavía están en contacto.
Las fracturas de rótula a menudo son dislocaciones, lo que significa que las partes del hueso ya no están alineadas.
El tratamiento de la fractura de rótula se puede realizar dependiendo del tipo de fractura y de la integridad de la piel, principalmente métodos quirúrgicos y no quirúrgicos. Las fracturas no dislocadas generalmente pueden tratarse de forma conservadora con un yeso, mientras que algunas fracturas dislocadas pueden requerir intervención quirúrgica.
Inicialmente, la pierna lesionada se inmovilizará en posición vertical durante aproximadamente tres semanas y se le permitirá doblarse gradualmente. En el caso de fracturas graves, los médicos pueden optar por reparar la fractura con un dispositivo de fijación interna o realizar una resección rotuliana.
Ya sea tratamiento quirúrgico o no quirúrgico, la rehabilitación postoperatoria es crucial. Los fisioterapeutas pueden proporcionar a los pacientes ejercicios progresivos con pesas para ayudar a fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad de la rodilla y reducir la rigidez.
PronósticoEn general, el pronóstico de las fracturas rotulianas suele ser bueno, pero puede ser menos favorable si la superficie articular está dañada o el mecanismo del cuádriceps está afectado. También existe el riesgo de desarrollar osteoartritis después de una fractura. En cuanto a la efectividad de las diferentes intervenciones quirúrgicas, actualmente no existe evidencia suficiente que las respalde.
EpidemiologíaLas fracturas de rótula representan aproximadamente el 1% de todas las fracturas. Suele ser más común en hombres de mediana edad y la incidencia de fracturas rotulianas está aumentando gradualmente a medida que aumenta la población de edad avanzada en todo el mundo.
A medida que aumenta nuestro conocimiento sobre la rótula, la comunidad médica ha comenzado a prestar atención a la rehabilitación y al tratamiento de seguimiento después de la fractura. ¿Nos hace esto reflexionar sobre en qué deberíamos centrarnos más en la prevención de lesiones en el futuro?