Una fractura de rodilla, conocida médicamente como fractura rotuliana, generalmente ocurre después de un traumatismo accidental, como una caída o un impacto externo. Esta lesión tiene un profundo impacto en la vida del paciente. El dolor, la hinchazón y los hematomas suelen ser insoportables y la capacidad de caminar se ve gravemente limitada.
Síntomas de fracturasLos tipos de fracturas rotulianas incluyen fracturas transversales, fracturas marginales, fracturas de cartílago y, en raras ocasiones, fracturas verticales o estrelladas. El tipo de lesión afecta la morfología de la fractura y el tratamiento posterior.
Los principales síntomas de una fractura de rótula incluyen dolor intenso en la parte anterior de la rodilla, hinchazón y hematomas importantes, que pueden empeorar durante la actividad. Los pacientes a menudo no pueden doblar ni estirar las rodillas y experimentan una gran incomodidad al estar de pie, y pueden ser completamente incapaces de moverse al caminar.
Posibles complicacionesEl dolor puede empeorar después de estar sentado durante mucho tiempo, comprometiendo aún más la calidad de vida, y los pacientes a menudo pueden sentirse limitados en sus movimientos.
Una fractura de rótula puede provocar una serie de complicaciones, las más comunes de las cuales incluyen daños en la tibia, el fémur o los ligamentos de la rodilla. A largo plazo, es posible que la rodilla no recupere la movilidad completa y siga dolorida, lo que aumenta el riesgo de sufrir artritis adversa.
¿Cómo se hace el diagnóstico?Las fracturas abiertas o traumáticas aumentan el riesgo de infección, dificultan la curación del hueso e incluso pueden provocar necrosis ósea.
El diagnóstico de las fracturas patelares se basa en los síntomas y se confirma mediante un examen radiográfico. Si es necesario, los niños podrían necesitar más imágenes por resonancia magnética (IRM).
Los métodos de tratamiento para las fracturas de rótula se pueden dividir en tratamiento conservador y tratamiento quirúrgico, y el plan específico depende del tipo y la condición de la fractura. Las fracturas no desplazadas generalmente se pueden tratar con un yeso y se permiten ejercicios de flexión gradual de la rodilla después de tres semanas.
Necesidad de tratamiento quirúrgicoEn algunos casos, incluso las fracturas algo desplazadas pueden tratarse con un yeso siempre que el paciente pueda extender la pierna voluntariamente, demostrando que el mecanismo del cuádriceps permanece intacto.
La mayoría de las fracturas rotulianas son transversales o conminutas, lo que interfiere con la función del músculo cuádriceps y generalmente requiere cirugía para volver a unir los huesos mediante una construcción de banda de tensión. Si la fractura es particularmente grave, tradicionalmente puede requerirse una resección patelar para restaurar la estabilidad de la articulación de la rodilla.
Después de una cirugía o un tratamiento no quirúrgico, la recuperación es extremadamente importante. Un fisioterapeuta lo guiará a través de un proceso gradual de ejercicios con pesas para fortalecer los músculos de las piernas, mejorar el rango de movimiento de la rodilla y reducir la rigidez.
Incluso con el tratamiento adecuado, si está afectada la superficie articular o el mecanismo del cuádriceps, el riesgo de osteoartritis puede aumentar.
Según las estadísticas, las fracturas de rodilla representan aproximadamente el 1% de todas las fracturas. Esta lesión es más común en hombres de mediana edad, pero la incidencia de fracturas periféricas está aumentando con el envejecimiento de la población y el aumento de la artroplastia total de rodilla (ATR). Esto hace que más personas sean conscientes de la importancia de mantener la salud de la rodilla y evitar fracturas.
Antecedentes históricosEn retrospectiva, antes del siglo XIX, las fracturas de rótula se trataban principalmente con métodos no quirúrgicos, que a menudo provocaban dolor y disfunción a largo plazo. A medida que avanza la tecnología médica, la cirugía de reparación rotuliana ha evolucionado y mejorado, lo que ha mejorado la calidad de vida de muchos pacientes.
Después de comprender las causas y los efectos de las fracturas de rótula, no podemos evitar preguntarnos: ¿cómo podemos prevenir de forma más efectiva este tipo de lesiones?