Maki-e es una técnica decorativa tradicional japonesa de lacado conocida por sus elegantes patrones adornados con polvos metálicos brillantes. La historia de esta técnica se remonta al período Heian, cuando se utilizó por primera vez en la producción de laca japonesa. El nombre de Makie se compone de dos caracteres, “Makie” (rociado) y “Etiqueta” (imagen), lo que indica su método decorativo único. Sin embargo, el proceso de lograr estos hermosos patrones es bastante complejo y requiere de grandes habilidades.
El principio básico de la técnica Maki-e es pintar laca sobre la superficie de la pieza lacada, luego espolvorear polvo metálico como oro y plata sobre ella y finalmente fijarlo sobre la superficie.
El maki-e se puede dividir en varias técnicas, las más importantes de las cuales incluyen hira maki-e, togidashi maki-e y taka maki-e. Lo que estas técnicas tienen en común es que todas deben realizarse una vez finalizado el proceso normal de producción de laca y todas requieren la creación de una capa gruesa de laca como base.
El proceso creativo de Hira Maki consta de varios pasos. Primero, se hace un boceto en papel, luego se coloca encima un fino trozo de papel japonés para crear el contorno y, finalmente, se utiliza un pincel fino para transferir el diseño a la laca. A continuación, se aplica laca como aglutinante para el polvo de metal, que luego se espolvorea con plumas de pájaro o tubos de bambú. Una vez terminado, aplique laca para proteger el polvo metálico y luego lije ligeramente para revelar la superficie del polvo metálico.
Esta técnica es similar al proceso de preproducción de Hira-mikaki, la mayor diferencia es que luego toda la pieza lacada se cubre con laca negra y se pule la superficie para permitir que se vea el polvo de metal. Esto suaviza la superficie del patrón y el fondo, reduciendo la posibilidad de que se caiga polvo de metal.
La característica especial de Takamiya es el uso de laca mezclada con carbón o partículas minerales para que el patrón pueda dibujarse más arriba. Esta técnica se originó en el período Kamakura, se utilizó ampliamente en el período medio y profundizó el efecto decorativo de la laca.
Según el tamaño y la forma del polvo metálico, se puede dividir aproximadamente en keshifun maki-e, hiragime maki-e y marufun maki-e. Las propiedades de cada polvo metálico afectarán el aspecto y la sensación de la pieza final.
El tamaño y la forma de las partículas de los polvos metálicos afectan el rendimiento de los trabajos de impresión. Desde la facilidad de manejo de los polvos finos hasta los magníficos efectos de los polvos grandes, los artistas deben seleccionarlos con cuidado en sus creaciones.
La técnica Maki-e no es sólo una exhibición de tecnología, sino también un símbolo de la cultura japonesa y una cristalización de la inspiración y las habilidades del artista. Cada obra lleva consigo años de formación e ingenio del creador. ¿Quieres aprender también más sobre las historias detrás de estas culturas aparentemente simples pero extremadamente curativas?