Las biopelículas son omnipresentes en el mundo microscópico de nuestra vida diaria. Desde tus dientes hasta cada rincón del entorno e incluso en tus intestinos, estas comunidades microbianas están ocultas y son poderosas, formando un mecanismo de vida extremadamente complejo. Esta comunidad microbiana incluye no sólo bacterias, sino también arqueas, hongos y otros organismos multicelulares, que juntos forman un ecosistema único. El biofilm es conocido como la "ciudad de los microorganismos". ¿Qué misterios científicos se esconden tras él?
La formación de biopelículas comienza cuando un microorganismo que nada libremente se adhiere a una superficie y posteriormente establece una comunidad microbiana diversa.
El proceso de formación de biopelículas consta de cinco etapas principales. Estos microorganismos primero se adhieren a una superficie a través de interacciones electrostáticas e hidrofóbicas espontáneas y luego utilizan estructuras de adhesión celular, como pili, para permitirles colonizar de forma más permanente. A medida que se desarrollan las biopelículas, estos microorganismos no sólo interactúan con su entorno a través de una matriz polimérica externa, sino que también desarrollan estructuras sociales y funciones metabólicas complejas. En el núcleo de estas biopelículas se encuentra la sustancia polimérica extracelular (EPS), que es una fusión de sustancias secretadas por una variedad de microorganismos y es en realidad la piedra angular de la biopelícula.
Los polímeros extracelulares son los principales componentes estructurales de las membranas biológicas y pueden promover la comunicación entre organismos y el intercambio de genes.
Estas comunidades microbianas no se forman simplemente por unión aleatoria. Los científicos han descubierto que una variedad de factores conducen a la formación de biopelículas, incluido el reconocimiento celular de sitios de unión a superficies específicas, señales de nutrientes y posiblemente respuestas desencadenadas por la exposición a antibióticos. Estos factores en conjunto promueven el establecimiento del biofilm, convirtiéndolo en un microambiente de un organismo, brindando protección y promoviendo la cooperación entre células.
Las biopelículas ofrecen muchas posibilidades de interacciones biológicas, formando una estructura social especial que es muy diferente de la existencia de células planctónicas que nadan libremente.
A diferencia de las células que flotan libremente en el agua, las células microbianas en las biopelículas exhiben características fisiológicas claramente diferentes. La complejidad de su estructura hace que las biopelículas sean altamente resistentes a amenazas externas como los antibióticos y las condiciones de desecación. Los estudios han demostrado que las bacterias dentro de ciertas biopelículas pueden volverse hasta cinco mil veces más resistentes a los antibióticos.
Sin embargo, el desarrollo de biopelículas también puede afectar el equilibrio ecológico de sus comunidades biológicas, donde los microorganismos no sólo pueden compartir recursos, sino también cooperar metabólicamente e incluso intercambiar genes entre especies. El mecanismo de "detección de quórum" involucrado (es decir, los microorganismos interactúan y coordinan sus acciones a través de sustancias químicas específicas) mejora aún más la salud y la estabilidad de la biopelícula.
El quórum sensing es el proceso mediante el cual los microorganismos interactúan entre sí a través de señales químicas específicas, lo que puede garantizar el funcionamiento armonioso de las comunidades microbianas.
A medida que se desarrolla una biopelícula, su forma y tamaño específicos continuarán cambiando y se convertirá en un sistema completo. Las investigaciones muestran que la dispersión de biopelículas también es una etapa importante en este ciclo de vida. Cuando las células se ven obligadas a abandonar una biopelícula, las características fisiológicas de estas células cambiarán y a veces implicarán la recolonización de nuevas superficies. Pero este proceso no es tan sencillo como pensamos. Los microorganismos que se encuentran en el interior del biofilm liberan enzimas para degradar los polímeros extracelulares, lo que puede favorecer la difusión del biofilm y la transferencia de información.
La clave para comprender los misterios científicos de las biopelículas sigue siendo cómo se adaptan a su entorno y compiten y cooperan con otros organismos. La presencia generalizada de biopelículas significa que éstas juegan un papel clave en los ecosistemas naturales, donde la dinámica de cooperación y competencia hace que la estructura social de los microorganismos sea compleja y diversa.
A medida que el ambiente cambia, estas biopelículas se adaptarán, formando nuevas estructuras e incluso afectando la función del ecosistema en el que se encuentran. Entonces, ¿pueden estas estructuras sociales microscópicas inspirarnos a tener una comprensión más profunda de la cooperación y la competencia en la naturaleza?