En el ciclo continuo de violencia se forma una conexión emocional especial entre la víctima y el agresor, denominada "apego traumático". Esta conexión emocional a menudo atrapa a las víctimas en relaciones tóxicas y las hace incapaces de liberarse de ellas. Los psicólogos Donald Dutton y Susan Painter propusieron la teoría por primera vez en la década de 1980, sugiriendo que el apego traumático se establece bajo la influencia de relaciones de poder desiguales y recompensas y castigos intermitentes. Este fenómeno se puede observar en todo tipo de relaciones, incluidas las relaciones románticas, las amistades, las relaciones entre padres e hijos e incluso los delitos penales y la cultura de sectas.
En esencia, los apegos traumáticos se basan en el miedo, el dominio y la imprevisibilidad.
El impacto de las recompensas y los castigos intermitentesEste apego hace que la víctima tenga una percepción emocional falsa del abusador y, en algunos casos, la víctima incluso lo considere su protector.
Las recompensas y los castigos intermitentes son un componente importante del apego traumático. Cuando un abusador abusa de una víctima pero muestra cuidado y amor en ciertos momentos, la víctima desarrollará una fuerte disonancia cognitiva y le resultará difícil discernir las verdaderas intenciones del abusador. Este complejo estado psicológico hace que las víctimas dependan emocionalmente de sus abusadores y afecta en gran medida su sentido de autoestima.
El apego traumático también depende de la brecha de poder que existe entre el abusador y la víctima. El abusador utiliza su poder para fortalecer su control sobre la víctima, y esta relación desigual hace que sea difícil para la víctima escapar. La autopercepción que tienen las víctimas está distorsionada y a menudo internalizan las opiniones del abusador, lo que las lleva a sentirse culpables.
Los actos ocasionales de bondad por parte del abusador hacen creer a la víctima que su relación es normal, incluso saludable.
Además de los desequilibrios de poder y las recompensas y castigos alternados, factores como la dependencia financiera, los hijos y el aislamiento social también pueden mantener el apego traumático. El apego traumático se vuelve más sólido cuando la víctima se siente incapaz de abandonar la situación. Además, la teoría de la disonancia cognitiva puede explicar por qué las víctimas, cuando se enfrentan a creencias contradictorias, pueden intentar glorificar el comportamiento del perpetrador para reducir el malestar psicológico.
La teoría del apego sostiene que la seguridad y el apego humanos son necesidades básicas para la supervivencia. Incluso en un entorno abusivo, las víctimas no pueden evitar volverse dependientes de su abusador, lo que conduce a un falso apego emocional. Este apego puede ayudar a la supervivencia a corto plazo, pero es perjudicial a largo plazo, profundizando la dependencia de la víctima y la confianza en el abusador.
Apego traumático y síndrome de Estocolmo El apego traumático a menudo se confunde con el síndrome de Estocolmo, sin embargo existen claras diferencias entre ambos. El síndrome de Estocolmo generalmente implica un vínculo emocional mutuo entre el perpetrador y la víctima, mientras que el vínculo traumático implica un vínculo emocional en el que la víctima lucha sola bajo una relación de poder desigual. Violencia de género y apego traumáticoEn situaciones de violencia de género, el apego traumático puede reforzar la dependencia de la víctima hacia el agresor. Las víctimas a menudo optan por permanecer en este tipo de relaciones debido al miedo, las barreras financieras o el apego emocional. En particular, en el caso de las mujeres maltratadas, las acusaciones que hace la sociedad de que vuelven con sus abusadores a menudo pasan por alto los mecanismos psicológicos que hay detrás de ello.
La importancia del apoyo socialBajo la influencia del apego traumático, las víctimas pueden perder el contacto con el mundo exterior. El apoyo social oportuno puede brindar a las víctimas el coraje y los recursos para escapar, permitiéndoles reconstruir su autoconocimiento y liberarse del control del abusador.
ResumenEl vínculo traumático entre víctimas y perpetradores no sólo surge del estado psicológico del individuo, sino que también está profundamente arraigado en la estructura social. Comprender los factores de formación y mantenimiento del apego traumático ayudará a brindar a las víctimas el apoyo y los recursos necesarios. En este contexto, ¿podemos comprender mejor las operaciones psicológicas y los impactos sociales detrás del apego traumático?