El escenario social es como un gran escenario en el que cada uno desempeña su papel. Aquellos que son muy autocontrolados son como camaleones, capaces de ajustar rápidamente su desempeño y comportamiento a diferentes entornos y audiencias.
El concepto de autocontrol fue propuesto por primera vez por el psicólogo Mark Snyder en la década de 1970 y describe la capacidad de un individuo para regular la autoexpresión y el comportamiento en situaciones sociales. Este rasgo de personalidad permite a los individuos con alto autocontrol cambiar de manera flexible su comportamiento de acuerdo con las reacciones de los demás para lograr mejores efectos sociales. Por el contrario, las personas con bajo autocontrol hacen menos ajustes en las interacciones sociales y a menudo mantienen comportamientos y actitudes consistentes.
Las personas con un alto nivel de autocontrol han sido descritas como "camaleones sociales" que pueden cambiar rápidamente su desempeño en diferentes entornos sociales para ganarse el amor y el reconocimiento de los demás.
En el contexto de hacer amigos y relaciones, las personas con un alto autocontrol tienden a elegir parejas que son más exigentes en apariencia y estatus social, y es más probable que tengan relaciones de corta duración con varias parejas. Por el contrario, las personas con bajo autocontrol prestan más atención a la combinación de personalidad y valores a la hora de elegir pareja y son más propensas a buscar conexiones emocionales estables y profundas.
Las investigaciones muestran que los autocontroles altos tienden a tener un buen desempeño en el trabajo porque son capaces de adaptarse a las demandas y circunstancias sociales cambiantes, mientras que los autocontroles bajos pueden tener dificultades con las interacciones sociales, lo que dificulta su desempeño en el lugar de trabajo. bueno como autocontrol alto. Además, el grado de autocontrol también está influenciado por el contexto cultural y social. En las culturas individualistas, los niveles bajos de autocontrol son más comunes, mientras que en las culturas colectivistas, los niveles de autocontrol son generalmente más altos.
Muchos estudios también han demostrado que el grado de autocontrol está estrechamente relacionado con el éxito profesional. Las personas con un alto autocontrol suelen ser más eficaces para obtener el reconocimiento de los demás y, por tanto, obtener más oportunidades de desarrollo en el lugar de trabajo.
En las interacciones sociales, cuanto más fuerte sea la capacidad de un individuo para autocontrolarse, mayor será su capacidad para comprender y adaptarse a situaciones sociales. Las personas con un alto autocontrol a menudo pueden interpretar con precisión las expresiones emocionales y las señales sociales de otras personas, y ajustar constantemente su desempeño para lograr efectos sociales ideales. Esto también brinda a los individuos con alto autocontrol una ventaja en la construcción de relaciones interpersonales, lo que los lleva a obtener más oportunidades sociales.
Al mismo tiempo, las personas con bajo autocontrol pueden tener dificultades para comprender y responder a situaciones sociales, lo que les dificulta lograr la misma flexibilidad y tranquilidad social que las personas con alto autocontrol. Muestran más de su verdadero yo y, si bien esto hace que su relación sea más genuina, también puede verse limitada al no poder adaptarse a diferentes situaciones.
El autocontrol no solo afecta el comportamiento de los individuos en situaciones sociales, sino que también es un factor importante para predecir la efectividad de las interacciones sociales, el desempeño laboral y el desarrollo de las relaciones. Sin duda, el grado de autocontrol tiene un profundo impacto en la movilidad social y la calidad de las relaciones interpersonales.
Con los cambios en la sociedad, especialmente bajo la influencia de la vida tecnológica moderna, los altos niveles de autocontrol también muestran patrones únicos en el uso de las redes sociales y la mensajería instantánea. A menudo pueden utilizar estas plataformas para expresar ingeniosamente una imagen propia filtrada y aumentar su influencia social. Las personas con bajo autocontrol pueden sentirse abrumadas en un entorno así porque les resulta más difícil adaptarse a situaciones sociales tan adaptables.
Sin embargo, vale la pena considerar si la naturaleza del autocontrol cambia a medida que cambian las circunstancias y las necesidades. En determinadas situaciones, ¿pueden los que tienen un autocontrol bajo encontrar su propio equilibrio e incluso superar a aquellos con un autocontrol alto?