En la vida, a menudo ignoramos los peligros potenciales de las heridas menores. Lo que la gente no sabe es que estas pequeñas heridas pueden convertirse en el punto de entrada de infecciones mortales. La fascitis necrosante (FN), comúnmente conocida como “enfermedad carnívora”, es una infección mortal y de rápida propagación. La enfermedad ingresa al cuerpo principalmente a través de grietas o quemaduras en la piel y destruye rápidamente los tejidos blandos del cuerpo con toxinas producidas por las bacterias.
Los síntomas de la fascitis necrotizante incluyen piel roja o morada, hinchazón, dolor intenso, fiebre y vómitos.
Esta enfermedad a menudo afecta las extremidades y el perineo, y vale la pena señalar que, aunque se la llama una "enfermedad carnívora", las bacterias en realidad no comen tejido humano. Las toxinas liberadas por estas bacterias provocan la muerte del tejido, con una tasa de mortalidad que llega a ser del 25% al 35% en los pacientes. Por lo tanto, el diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales.
Aunque la fascitis necrotizante es menos común que otros tipos de infección, su rápida evolución ha alarmado a la comunidad médica. Los factores de riesgo más comunes para esta enfermedad incluyen trauma reciente, posoperatorio, un sistema inmunológico debilitado (como diabetes, cáncer) y hábitos de estilo de vida (como obesidad, abuso de alcohol, uso de drogas intravenosas, etc.). No sólo eso, los estudios han demostrado que ciertos medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden aumentar las posibilidades de infección porque suprimen la respuesta inmunitaria del cuerpo.
Los síntomas de la fascitis necrotizante se desarrollan rápidamente, generalmente en unas pocas horas.
Es posible que aquellas personas con sistemas inmunes comprometidos no experimenten síntomas típicos y que la infección pase desapercibida en sus primeras etapas. Por ejemplo, los pacientes con cáncer, las personas sometidas a radioterapia o quimioterapia, etc., pueden tener síntomas diferentes a los de la población general.
Diagnóstico temprano y síntomasLa fascitis necrotizante no es fácil de diagnosticar precozmente porque las manifestaciones iniciales de la enfermedad son similares a las de los linfomas y abscesos. Los pacientes pueden experimentar síntomas como enrojecimiento, hinchazón, dolor y fiebre sistémica, que a menudo se diagnostican erróneamente en las primeras etapas. Cuando se producen cambios necróticos, los síntomas pueden incluir ampollas, gas subcutáneo o pérdida local de la sensibilidad.
El signo más amenazante es un deterioro rápido hasta el punto de shock, incluso después del tratamiento con antibióticos.
Una vez que esto ocurre, la afección puede progresar rápidamente incluso con tratamiento con antibióticos, por lo que si se sospecha NF, se debe buscar ayuda médica de inmediato.
El diagnóstico definitivo de la fascitis necrotizante a menudo se basa en la exploración quirúrgica seguida de una biopsia de tejido. Aunque las pruebas de diagnóstico por imágenes (por ejemplo, tomografía computarizada, resonancia magnética) pueden ayudar a confirmar el diagnóstico, ninguna prueba puede descartar por completo la posibilidad de fascitis necrosante. La cirugía temprana es crucial para mejorar el pronóstico, ya que retrasarla aumenta significativamente el riesgo de muerte.
La base del tratamiento de la fascitis necrotizante es la extirpación quirúrgica del tejido infectado y el inicio inmediato de la terapia con antibióticos. Por lo general, el uso de antibióticos después de la cirugía se ajusta según los resultados del cultivo de tejido. La cirugía debe ser muy agresiva y puede requerir múltiples desbridamientos para evitar el riesgo de propagar la infección.
La fascitis necrotizante se puede dividir en cuatro categorías, dependiendo del tipo de bacteria, y el tratamiento y el pronóstico de cada categoría son diferentes.
Incluso con una buena atención médica, la tasa de mortalidad por fascitis necrotizante es relativamente alta, lo que hace que la concientización sobre esta afección sea aún más importante. Por lo tanto, el reconocimiento oportuno de los síntomas y recibir el tratamiento médico adecuado son las claves para el éxito del tratamiento de esta enfermedad.
ConclusiónA medida que progresa la fascitis necrotizante, el diagnóstico y el tratamiento tempranos se vuelven cada vez más importantes. ¿Sabes cómo protegerte de estas infecciones potencialmente mortales en tu vida diaria?