Lymantria dispar, comúnmente conocida como polilla gitana o polilla esponja, es una especie de polilla originaria de Europa y Asia. Sus larvas son capaces de crecer en una variedad de árboles de hoja ancha y coníferas y causar graves daños a los árboles en años de intensa reproducción. Debido a su impacto ecológico, Lymantria dispar está catalogada como una de las 100 especies exóticas más invasoras del mundo.
El ciclo de vida de la polilla y su condición de especie invasora plantean importantes desafíos para los ecosistemas.
El origen del nombre "polilla gitana" no es seguro, pero hay registros de que el nombre se utiliza ya en 1832. El nombre del género Lymantria significa "destructor" y dispar se refiere a la diferencia sexual entre machos y hembras. En 2021, la Sociedad Entomológica decidió eliminar el nombre "Gypsy Moth" por considerarlo ofensivo para algunos grupos, y en 2022 propuso el uso de "Sponge Moth" como nombre alternativo para reflejar la apariencia esponjosa de sus masas de huevos.
Se cree que las polillas Lymantria dispar de Europa y América del Norte pertenecen a la misma subespecie, Lymantria dispar dispar. Esta confusión de especies se debe a la divergencia taxonómica en la subespecie, particularmente entre las diferentes variedades en los Estados Unidos y Asia.
Debido a su capacidad para volar, su clasificación no se entiende de manera consistente en algunas regiones.
La subespecie europea (Lymantria dispar dispar) se introdujo en Estados Unidos y Canadá desde el siglo XIX, mientras que la subespecie asiática (Lymantria dispar asiatica) apareció en la costa oeste de América del Norte desde la década de 1990. Con el desarrollo del cambio climático y el comercio global, el área de distribución de Lymantria dispar continúa expandiéndose y puede tener impactos a largo plazo en la ecología local.
Lymantria dispar fue importada accidentalmente a América del Norte en 1869 por el artista y astrónomo Étienne Lepore Trouvelot, que buscaba una fuente de hilo de seda para su cultivo. Actualmente, se han incorporado una variedad de métodos de control biológico a las estrategias de control, pero debido a la falta de un manejo e investigación adecuados, la efectividad de estas medidas aún es limitada. Ciertas especies como la mosca takini (Compsilura concinnata) no sólo no logran controlar eficazmente L. dispar, sino que también causan daños a otros insectos nativos.
Muchas especies enemigas naturales introducidas eventualmente se convierten en depredadores generales en el ecosistema, lo que afecta la supervivencia de las especies nativas.
Según un informe de Scientific American, a partir de 2024, las regiones del noreste y medio oeste de Estados Unidos se enfrentarán a un brote sin precedentes de Lymantria dispar. El informe señala que el número de larvas por hectárea en algunas zonas supera incluso los 2,5 millones, lo que constituye una advertencia ecológica. Ante su creciente alcance y la consiguiente pérdida de bosques, el gobierno local asigna 30 millones de dólares anuales para controlarlo. Sin embargo, el cambio climático está exacerbando esta crisis, haciendo que su propagación aumente en velocidad y frecuencia.
A medida que Lymantria dispar continúa propagándose, el equilibrio del ecosistema original puede verse alterado. ¿Podemos realmente encontrar soluciones de control efectivas para proteger nuestros bosques?
El desafío de eliminar Lymantria dispar no es sólo gestionar su número, sino también mantener la armonía de todo el ecosistema. A medida que cambia el medio ambiente global, ¿cómo se ajustarán las futuras estrategias de prevención y control para hacer frente a este desafío ecológico actual?