La esquizofrenia infantil (también llamada esquizofrenia de inicio en la infancia) es una enfermedad mental con características similares a la esquizofrenia del adulto, pero que aparece antes de los 13 años, lo que la hace más difícil de diagnosticar. El trastorno se caracteriza por síntomas positivos (como alucinaciones, delirios y habla desorganizada), síntomas negativos (como embotamiento afectivo, falta de motivación y apatía) y una variedad de déficits cognitivos. La esquizofrenia en los niños suele ser un desafío diagnóstico porque muchos otros trastornos del desarrollo neurológico, como el trastorno del espectro autista, los trastornos del lenguaje y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tienen signos y síntomas similares a los de la esquizofrenia infantil.
"Los síntomas de la esquizofrenia en los niños pueden aparecer después de los siete años y pueden tener un profundo impacto en la vida del niño".
Según las investigaciones, aproximadamente el 50% de los niños pequeños diagnosticados con esquizofrenia experimentarán síntomas neuropsiquiátricos graves. Aunque el DSM-5 y la CIE-11 no incluyen la "esquizofrenia infantil" como un diagnóstico separado, a través de una historia clínica y un examen detallados, y excluyendo otras posibles causas médicas de delirios, incluida la observación de los cuidadores y las escuelas, también hay casos en los que Los informes de pacientes más jóvenes pueden llevar a un diagnóstico. Este proceso es particularmente difícil porque a veces es difícil distinguir las alucinaciones de un niño del juego o la imaginación infantil normal.
Signos y síntomasLos síntomas de la esquizofrenia en los niños son similares a los de los adultos. Los signos de diagnóstico temprano pueden incluir retrasos en el lenguaje y el desarrollo motor. Algunos niños pueden exhibir conductas de agitar los brazos o balancear el cuerpo y parecer ansiosos, confundidos o inquietos en su vida diaria. Los niños que experimentan alucinaciones pueden tener dificultades para describir sus sentimientos con claridad, lo que hace que diagnosticar esta enfermedad mental sea particularmente difícil en las etapas iniciales. El 20% de los niños con esquizofrenia pueden mostrar discapacidad intelectual limítrofe o total, mientras que los síntomas negativos incluyen apatía, falta de motivación, desinterés en las actividades y falta de habilidades sociales.
“Para los niños que muestran indiferencia emocional, es imposible determinar sus emociones a partir de sus expresiones faciales y tono de voz”.
El desarrollo de la esquizofrenia puede verse afectado por una variedad de factores ambientales, como complicaciones perinatales e infecciones maternas durante el embarazo. Los estudios han demostrado que la infección por sarampión alemán o gripe durante el embarazo está asociada con la esquizofrenia en los niños. Estos factores pueden contribuir a la aparición temprana de los síntomas al afectar la estructura cerebral y la función cognitiva. La susceptibilidad genética también es un factor importante. Las personas con antecedentes familiares de enfermedades mentales, especialmente los parientes de primer grado, tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Según el manual de diagnóstico DSM-5 publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en 2013, para que se le diagnostique esquizofrenia a un paciente debe presentar dos síntomas importantes en un mes y tener un impacto significativo en el funcionamiento social u ocupacional. Esto incluye síntomas como delirios, alucinaciones o habla desorganizada. En los niños, el proceso de diagnóstico generalmente se basa en informes de los padres, maestros u otras personas cercanas y en una amplia gama de pruebas para descartar otras posibles causas.
Las investigaciones sugieren que identificar los signos e intervenir tempranamente puede mejorar los resultados del tratamiento, especialmente en el caso de los niños con antecedentes familiares de enfermedades mentales relacionadas. Aunque los tratamientos actuales para la esquizofrenia infantil aún están en desarrollo, las intervenciones actuales incluyen medicamentos y apoyo psicosocial destinados a ayudar a los pacientes y sus familias a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
“Conocer los primeros signos y brindar una intervención oportuna es fundamental para mejorar los resultados del tratamiento”.
Conocer los primeros signos de la esquizofrenia en los niños es crucial tanto para el tratamiento como para la prevención. Para los padres y educadores, observar atentamente los cambios de comportamiento de los niños y comprenderlos y buscar ayuda profesional puede cambiar el desarrollo futuro de los niños hasta cierto punto. ¿Puedes reconocer estas señales en los niños que te rodean para que no sufran la sensación de estar perdidos?