En economía, la teoría del equilibrio general tiene como objetivo explicar la interacción de la oferta, la demanda y los precios entre los mercados de una economía. El núcleo de esta teoría es que la interacción de la demanda y la oferta conducirá eventualmente a un estado de equilibrio general. Por el contrario, la teoría del equilibrio parcial se centra en una parte específica de la economía, asumiendo que los demás factores permanecen constantes.
La teoría del equilibrio general no sólo estudia las economías modeladas con precios de equilibrio, sino que también intenta determinar las condiciones bajo las cuales se cumplen los supuestos de la teoría.
Las raíces de la teoría se remontan a la década de 1870, en particular a las bases sentadas por el economista francés Léon Walras en su obra fundamental de 1874, Los elementos de la economía pura. En la década de 1950, Kenneth Arrow y Gerard Debreu, entre otros, perfeccionaron aún más la teoría hasta alcanzar su forma moderna.
Los precios y la producción de todos los productos en el sistema de mercado están interrelacionados, y los cambios en el precio de cualquier producto pueden afectar indirectamente los precios de otros productos.
En un sistema de mercado, si el precio de un producto cambia, esto afectará la demanda de la fuerza laboral correspondiente, modificando así la oferta y el precio del producto. Esto demuestra que el cálculo del precio de equilibrio de un único producto en realidad debe tener en cuenta los efectos interactivos de innumerables productos.
Equilibrio walrasianoEl primer intento de modelar los precios de una economía entera se realizó en Elementos de economía pura de Walras. En esta serie de modelos, Walras fue tomando en cuenta gradualmente más factores económicos reales. Aunque algunos estudiosos han criticado el modelo de Walras por sus inconsistencias, no se puede subestimar su influencia en la economía posterior.
El procedimiento de Walras, que proponía que el equilibrio no siempre era único o estable, inspiró enormemente a los economistas del siglo XX.Walras señaló que cuando la demanda excede la oferta, los precios deberían subir; y en el caso de exceso de oferta, los precios deberían bajar. Aunque Walras no pudo dar una condición de terminación clara para este proceso, su exploración sentó una base importante para el estudio del equilibrio económico.
El concepto de equilibrio general moderno fue establecido principalmente por Arrow, Debreu y Mackenzie en la década de 1950. Los modelos que proponen ya no se limitan a mercados específicos, sino que son capaces de cubrir las complejas interacciones de más actividades económicas.
En diferentes mercados, la ubicación, el tiempo y la condición de la entrega de los bienes pueden afectar el estado de equilibrio general, proporcionándonos una perspectiva más completa para el análisis económico.
El valor de este modelo es que no sólo apoya la investigación teórica, sino que también proporciona una guía simplificada para las operaciones económicas reales, aunque todavía está lejos del modelo operativo de la economía real.
En el análisis del equilibrio general, la cuestión principal es estudiar las condiciones para la existencia del equilibrio y su eficiencia. Si el equilibrio del mercado es Pareto eficiente, entonces la asignación de recursos no puede alterarse para beneficiar a un consumidor sin perjudicar a otros consumidores. Sin embargo, en presencia de externalidades e imperfecciones del mercado, el riesgo de falla del mercado aumenta.
Por supuesto, hay casos en que existen equilibrios no únicos, lo que complica aún más nuestra comprensión económica.
El segundo teorema del bienestar establece que toda asignación de recursos eficiente en el sentido de Pareto puede estar respaldada por un determinado conjunto de precios. Esto sugiere que las cuestiones de eficiencia y las de equidad pueden considerarse por separado y que no habrá una compensación directa entre ambas.
Con el desarrollo de la economía y la introducción de nuevas tecnologías, los investigadores han comenzado a prestar atención al impacto de los mercados incompletos en el estudio del equilibrio general. Por ejemplo, las instituciones financieras subdesarrolladas o las restricciones crediticias que enfrentan ciertos grupos de personas pueden conducir a una pérdida de eficiencia del mercado. Por lo tanto, pensar en el equilibrio general debe tener en cuenta un entorno económico más complejo.
En este caso, las características reales del funcionamiento y la estructura del mercado y su impacto en el comportamiento de los participantes se convertirán en una dirección importante para futuras investigaciones. Frente a un panorama económico en constante cambio, ¿puede la teoría del equilibrio general adaptarse y explicar la realidad actual es obviamente una pregunta que vale la pena reflexionar?