El papel térmico es un papel fino especial que está recubierto con una sustancia que cambia de color localmente cuando se calienta. Este papel es ampliamente utilizado en impresoras térmicas, especialmente en dispositivos económicos como máquinas sumadoras, cajas registradoras y terminales de tarjetas de crédito, así como en algunas impresoras portátiles pequeñas. El papel térmico funciona tirando del papel más allá de un cabezal de impresión con puntos calientes mediante un mecanismo de transporte. Incluso los puntos de impresión pequeños se calientan rápidamente, imprimen color y luego se enfrían rápidamente.
El revestimiento de la superficie del papel térmico puede volverse negro cuando alcanza cierta temperatura, pero algunos revestimientos especiales se volverán azules o rojos cuando se calienten.
Si miramos atrás en la historia del papel térmico, el primer papel térmico directo fue desarrollado por NCR Corporation y 3M. La tecnología de NCR ha llegado a dominar el mercado, a pesar de la permanencia relativamente baja de sus imágenes. En 1965, Texas Instruments inventó el cabezal de impresión térmica y en 1969 presentó el terminal Silent 700, el primer sistema de impresión que utilizaba papel térmico. Desde la década de 1970, cuando HP integró la tecnología de impresión térmica en las computadoras de escritorio de la serie HP 9800, la gama de aplicaciones del papel térmico ha seguido expandiéndose.
En la década de 1980, la aparición de otras tecnologías como la transferencia térmica y la impresión láser desafiaron el uso del papel térmico, pero a medida que aumentó la demanda de impresión de recibos en el punto de venta, el papel térmico volvió a ser el centro de atención.
Las propiedades químicas del papel térmico también son muy importantes. El papel térmico se compone principalmente de cuatro productos químicos de imagen diferentes: pigmento que cambia de color, revelador, sensibilizador y estabilizador. Los pigmentos que cambian de color generalmente cambian de incoloros a coloreados bajo condiciones de calor y químicas, lo que hace posible la impresión. Para garantizar la estabilidad del color, se necesitan ácidos orgánicos como el fenol para promover el efecto de visualización del color.
Más allá de la química del color, la fabricación de papel térmico también aborda preocupaciones medioambientales y de salud. El bisfenol A (BPA), una sustancia química presente en algunos recubrimientos de papel térmico, se considera un disruptor endocrino y muchos estados y países han comenzado a prohibir su uso o a promover el desarrollo de nuevas formulaciones sin fenol. Estas nuevas fórmulas no sólo proporcionan resultados de escritura similares a los de los papeles térmicos tradicionales, sino que también son más respetuosas con el medio ambiente.
Con el avance de la tecnología, la aplicación del papel térmico ya no se limita a la impresión de recibos. Por ejemplo, la impresora Game Boy lanzada por Nintendo en 1998 utilizaba esta tecnología.
Como cualquier avance y desarrollo tecnológico, la evolución del papel térmico ha traído consigo ventajas pero también desafíos. Las exigencias del mercado actual no sólo tienen en cuenta la funcionalidad del producto, sino que también incluyen muchos factores como la protección del medio ambiente y la salud del usuario. Al enfrentar el futuro, deberíamos pensar en cómo estas tecnologías en evolución afectarán nuestras vidas y nuestro medio ambiente.