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Desde yacimientos petrolíferos hasta minas, cómo los científicos encontraron evidencia sorprendente de vida en las profundidades de la superficie"
En las capas profundas de la tierra, hay un mundo de vida misterioso e inusual que está más allá de nuestra imaginación. En un viaje desde los campos petrolíferos hasta las minas, la investigación de los científicos descubre evidencia de la existencia de estas formas de vida profundas, mostrando su capacidad para sobrevivir y su importancia en los ecosistemas. Esto nos hace pensar: ¿Cómo interactúan estas vidas profundas con nuestra vida diaria?
Definición y características de la biosfera profunda
La biosfera profunda es un ecosistema de la biosfera de la Tierra, ubicado a pocos metros debajo de la superficie del océano y que se extiende a profundidades de 10 kilómetros debajo de la superficie de los continentes y 21 kilómetros debajo de la superficie del océano.
Las formas de vida en las profundidades de la biosfera, incluidas arqueas, bacterias y organismos verdaderos, son tan genéticamente diversas como la vida en la superficie.
Estas formas de vida sobreviven bajo temperaturas y presiones extremas, y su metabolismo energético es mucho más lento que el de la vida en la superficie. Los estudios han demostrado que la biomasa de la biosfera profunda representa aproximadamente el 90% de toda la biosfera. Este descubrimiento desafía nuestras ideas tradicionales sobre la existencia de vida y permite a los científicos explorar más a fondo la vida que aún sobrevive en condiciones extremas.
Descubrimiento temprano y cambio de pensamientos
Ya en la década de 1920, el geólogo Edson Bastin y el microbiólogo Frank Greer comenzaron a explorar por qué el agua de los yacimientos petrolíferos contenía sustancias químicas como el azufre de hidrógeno y el bicarbonato. Estos compuestos, normalmente producidos por bacterias, estaban presentes a profundidades que no podían sustentar la vida. Cultivaron con éxito bacterias anaeróbicas reductoras de sulfato, que es una de las primeras evidencias de la existencia de vida profunda.
En 1931, Charles Lippmann reactivó bacterias que habían estado selladas durante 40 años y mencionó por primera vez la latencia seca de los organismos.
Pero no fue hasta la década de 1980, cuando los científicos buscaron formas de prevenir la contaminación, que este campo comenzó a recibir atención. La investigación del Departamento de Energía de EE. UU. ha promovido la exploración en profundidad de la vida profunda, lo que ha llevado al desarrollo de técnicas especiales de muestreo para reducir la contaminación microbiana de la superficie.
Las condiciones de supervivencia de la vida profunda
Para entender cómo sobreviven estos seres profundos, primero debes entender cómo obtienen energía. La mayor parte de la vida en la superficie depende de la luz solar y la materia orgánica, mientras que en las capas profundas depende principalmente de reacciones químicas redox como fuente de energía.
Los donadores de electrones, como el hidrógeno, el metano y los compuestos reducidos de azufre, se convierten en su "alimento", mientras que los aceptores de electrones, como el óxido de nitrógeno y el dióxido de carbono, se convierten en sus "productos respiratorios".
En un entorno así, la tasa metabólica de los microorganismos es muy lenta y es posible que ni siquiera se dividan una vez durante miles de años, lo que sorprendió a los científicos. Estos microorganismos cambiaron gradualmente la composición química de su entorno durante su supervivencia, convirtiéndose en una parte importante de la existencia de la Tierra.
Tecnología moderna y exploración del futuro
La biología molecular y las técnicas biofísicas modernas nos permiten explorar y analizar mejor los ecosistemas microbianos profundos. Por ejemplo, mediante la secuenciación del ADN ambiental, los científicos pueden identificar la diversidad de estos microorganismos sin cultivarlos.
En la mina Richmond en California, EE. UU., se cree que se identificaron por primera vez cuatro nuevas bacterias y tres nuevas arqueas.
Estos avances tecnológicos no sólo cambian la forma en que observamos la biología, sino que también nos hacen pensar en cómo buscar formas de vida potenciales en ecosistemas tan profundos y su impacto en el medio ambiente y la tecnología.
Conclusión: Nuestro futuro en una vida más profunda
Todas las investigaciones muestran que el descubrimiento de la biosfera profunda no sólo proporciona nuevos conocimientos sobre las reglas de la vida, sino que también puede tener un profundo impacto en la forma en que examinamos la historia y el futuro de la Tierra. El potencial de supervivencia revelado por los científicos nos hace reflexionar: ¿Cómo afectará la existencia de vida profunda a nuestra comprensión de la vida y a la futura exploración científica?
