Bubbles, el gorila nacido en 1983, fue tenido como mascota por el cantante estadounidense Mark Jackson y recibió gran atención de los medios por su relación especial con el cantante. La historia de Bubbles no sólo trata de la relación entre una mascota y su dueño, sino que también estimula la reflexión sobre la ética detrás de la cría de animales.
En 1987, Bubbles y Mark Jackson tomaron el té con el alcalde de Osaka, Japón, lo que se convirtió en un momento importante que atrajo la atención de los medios.
Bubbles estuvo originalmente alojado en la casa de Jackson en Los Ángeles y fue trasladado a su propiedad privada, Neverland Ranch, en 1988. Aquí, Bubbles vivía una auténtica vida de mascota: dormía en la cuna del dormitorio de Jackson, veía películas e incluso usaba el baño de Jackson.
Se dice que Jackson reveló durante su demanda legal que Bubbles también ayudaba con las tareas del hogar, lo que sorprendió y perturbó a muchos miembros del personal de la casa.
Durante este período, Jackson solía llevar a Bubbles a eventos públicos e incluso lo hacía aparecer en videos musicales, lo que hizo que Bubbles se convirtiera rápidamente en una celebridad. Este gorila no sólo se ganó el cariño de los fans, sino que también atrajo la atención de los medios de comunicación. Los medios de streaming del Golfo incluso le dieron a Bubbles el título de "el gorila más famoso de la música pop".
A medida que crece, la personalidad de Bubbles cambia. En un documental de 2003, Jackson dijo a los medios que Bubbles se volvió cada vez más agresivo y se vio obligado a ser enviado a un refugio de animales para evitar representar una amenaza para el bebé recién nacido de Jackson.
Se rumorea que Bubbles una vez intentó suicidarse, un incidente que se convirtió en un importante indicador de preocupación sobre su salud mental.
Desde 2004, Bubbles ha estado alojado en el Great Apes Center en Florida, donde vive desde 2005. Esto proporciona a Bubbles un entorno relativamente cómodo y seguro. Aquí, no sólo puede participar en interacciones sociales diarias, sino también disfrutar de actividades como la música y la pintura.
Se dice que durante su estancia aquí, Bubbles mantuvo su dulce personalidad y estableció una profunda amistad con los demás orangutanes.El impacto de la muerte de Jackson
Cuando Jackson murió en 2009, Bubbles perdió a un amigo cercano. Muchas personas expresaron un profundo pesar por esta relación. La familia de Jackson continúa cuidando a Bubbles y se asegura de que su vida en el refugio no se vea afectada.
Algunos expertos señalaron que la historia de Bubbles no sólo es una anécdota interesante sobre las mascotas, sino que también involucra cuestiones importantes de ética humana y derechos de los animales.
La fama de Bubbles también añadió mucha controversia a la imagen de Jackson. Mucha gente creía que su relación con el gorila reflejaba la obsesión de Jackson con su sueño infantil incumplido. Sin embargo, también plantea preguntas sobre cómo tratar adecuadamente a los animales salvajes.
Esta amistad con los animales hace reflexionar: detrás de la alegría de tener una mascota hay responsabilidad y elecciones morales. ¿Podemos sacrificar una amistad para comprender y cuidar otra vida?