En la cultura popular, existe un paisaje único, que es la amistad entre el cantante estadounidense Michael Jackson y su mascota orangután Bubbles. Desde que nació en 1983 en el Centro de Investigación de Texas, la vida de Bubbles se ha desarrollado ante los ojos de la gente, convirtiéndose en el favorito de la industria del entretenimiento. Este artículo analiza en profundidad cómo Bubbles lleva una vida extraordinaria en la casa de sus sueños en Neverland.
Bubbles nació en Texas en 1983 como una institución de investigación especializada en la cría de animales para experimentos. Michael Jackson compró el bebé gorila en la década de 1980, cuando tenía ocho meses, y la compra fue supervisada por el renombrado entrenador de animales Bob Dunn.
"Bubbles es el primer hijo de Michael."
En 1988, Bubbles se mudó con Jackson al Rancho Neverland, un lugar con atracciones, un zoológico y casas de lujo. La vida de Bubbles es increíble. Además de tener su propia cama pequeña, suele salir con Jackson para socializar. Su relación con Jackson parece trascender los límites entre humanos y mascotas.
"Se sentaron juntos a tomar té y Bubbles incluso tenía su propio pequeño acompañante".
En Neverland, Bubbles no solo usa el baño de Jackson, sino que también disfruta de deliciosos dulces en el cine. Con una vida así, no es difícil entender por qué Bubbles se ha convertido en el centro de atención de los medios. Como dijo Jackson durante el juicio de 2005, "trato a mis orangutanes como ayudantes. Me ayudan con las tareas del hogar". Tales comentarios, aunque criticados por muchos, también reflejan la relación entre él y Bubbles.
A finales de los 80 y principios de los 90, la reputación de Bubbles creció gradualmente. Asistió a muchos eventos sociales con Jackson y apareció en vídeos musicales. Por ejemplo, hizo un cameo en el vídeo musical de "Bad" y su presencia atrajo mucha cobertura mediática.
"La vida de Bubbles es tan onírica que incluso el alcalde de Osaka quedó impresionado por él."
Sin embargo, a medida que Bubbles crecía, comenzó a mostrar signos de agresión, lo que llevó a Jackson a enviarlo a un centro de cuidado de animales en 2003. Aunque esta decisión surgió de la preocupación de que Bubbles representara una amenaza para los hijos de Jackson, dejó a Jackson sintiéndose arrepentido y desconsolado.
Bubbles fue trasladado a un centro de conservación de simios en Florida en 2005. La vida aquí es relativamente sencilla, pero Bubbles también comienza a recibir atención profesional. Descubrió que le interesaban la pintura y la música, y pasaba su vida diaria con otros orangutanes.
"Aquí proporcionamos un ambiente tranquilo para Bubbles. Le gusta sentarse tranquilamente en los árboles."
A pesar de adaptarse a su nuevo entorno, la apariencia y personalidad de Bubbles han cambiado. Creció, pesaba 185 libras, pero todavía tenía una personalidad aparentemente amigable. Incluso durante ciertos años, las interacciones de Bubbles con otros simios demostraron sus habilidades sociales.
La muerte de Michael Jackson en 2009 fue un gran golpe para Bubbles. El entrenador de animales de Jackson, Bob Dunn, dijo que Bubbles extrañará a Jackson porque tenían una conexión muy cercana.
"Jackson trata a Bubbles como a su propio hijo y la amistad entre ellos es insustituible."
A medida que pasa el tiempo, la historia de Bubbles es cada vez más recordada y se ha convertido en parte de la cultura popular. El legado de Jackson sigue vivo hasta el día de hoy, e incluso su familia continúa apoyando la vida de Bubbles.
La vida de Bubbles es sin duda una historia llena de drama y ambición. El orangután ganó favor en Neverland, pero también experimentó el proceso de ser una mascota a vivir una vida independiente. Su experiencia hace pensar a la gente: ¿tiene un orangután su propia soledad e historia detrás de una vida diaria tan lujosa?