El oxígeno, llamado "qi" en la antigua China, está en todas partes de nuestras vidas. Desde los océanos más profundos hasta los confines del espacio, el oxígeno desempeña un papel integral. Sin embargo, cuando los niveles de oxígeno están fuera de los rangos normales, sus efectos pueden ser alarmantes e incluso peligrosos. Al explorar los efectos del oxígeno en diferentes entornos, podemos obtener una comprensión más profunda de sus complejos efectos en los seres vivos.
La intoxicación por oxígeno es una afección causada por la inhalación de cantidades excesivas de oxígeno, que afecta nuestro sistema nervioso, pulmones, ojos y otros órganos.
La intoxicación por oxígeno se puede clasificar en tres formas principales según los órganos afectados.
Los buceadores deben estar especialmente alerta a la toxicidad del sistema nervioso central cuando bucean bajo el agua, ya que el riesgo de ataques epilépticos aumenta significativamente en ambientes presurizados, y los ataques epilépticos bajo el agua pueden provocar riesgo de ahogamiento. La inhalación prolongada de oxígeno puede causar daños a los pulmones y los ojos, especialmente en los bebés prematuros; dicho daño es más significativo.
El exceso prolongado de oxígeno se llama hiperoxemia, que puede provocar daño oxidativo a las células y afectar múltiples órganos.
La base bioquímica del envenenamiento por oxígeno son principalmente especies reactivas de oxígeno formadas por la reducción parcial de oxígeno. Estas sustancias son subproductos naturales liberados durante el metabolismo normal. Cuando las concentraciones de oxígeno aumentan significativamente, también aumenta la tasa de producción de especies reactivas de oxígeno, lo que puede causar daño a las estructuras celulares e inducir estrés oxidativo. Esto es particularmente sensible al tejido cerebral, los pulmones y los ojos.
Cuando altas concentraciones de oxígeno ingresan al cuerpo, las células se dañan o incluso mueren. Esto se debe a que el sistema antioxidante no puede hacer frente a la presión del exceso de especies reactivas de oxígeno.
El tratamiento de la intoxicación por oxígeno se centra en reducir la exposición a altas concentraciones de oxígeno. Durante el buceo y la oxigenoterapia hiperbárica, es necesario seguir ciertos protocolos para evitar la intoxicación por oxígeno. Se recomienda a los buzos que reciban una formación adecuada para familiarizarse con los principios de funcionamiento en aguas profundas o cuando se utilizan mezclas con alto contenido de oxígeno.
Clínicamente, para los recién nacidos que necesitan respirar oxígeno suplementario, los trabajadores médicos deben reducir el riesgo de intoxicación por oxígeno y al mismo tiempo garantizar las necesidades básicas adecuadas de oxígeno. En este punto, la gestión profesional del uso de oxígeno se vuelve fundamental.
Para situaciones de exposición al oxígeno de alto riesgo, como el buceo o la terapia hiperbárica, es crucial saber cómo calcular la profundidad operativa máxima y planificar la presión parcial de oxígeno adecuada.
La necesidad de oxígeno coexiste con peligros potenciales, ya sea buceo submarino, exploración espacial o tratamiento médico, debe tratarse con precaución. Al comprender los principios y efectos del envenenamiento por oxígeno, no sólo podemos protegernos a nosotros mismos, sino también explorar y utilizar más a fondo los misterios del oxígeno. Entonces, a medida que los humanos profundizan su exploración del espacio y las profundidades marinas, ¿estamos realmente preparados para enfrentar los desafíos que plantea el oxígeno en ambientes extremos?