Con el avance de la neurociencia, la investigación sobre la red en modo predeterminado (DMN) continúa profundizándose, revelando la importancia de esta red neuronal y su relevancia en la psicología individual y el comportamiento social. Las investigaciones muestran que la DMN se activa cuando el cerebro no está enfocado en el mundo exterior, lo que significa que puede desempeñar un papel clave en la predicción e imaginación del futuro en nuestra vida diaria.
Muchas actividades psicológicas, como soñar despierto y la autorreflexión, están impulsadas por la DMN, que habitualmente nos ayuda a construir autonarrativas y a pensar, planificar e inferir con los demás.
DMN es una extensa red neuronal que incluye principalmente áreas como la corteza prefrontal medial, el giro cingulado posterior, el precúneo y el giro angular. Estas áreas se activan cuando los individuos piensan en sí mismos, recuerdan el pasado o planifican para el futuro. La evidencia empírica muestra que la DMN está correlacionada negativamente con la red de atención, lo que indica que en algunas tareas, los roles de la DMN y la red de atención son mutuamente excluyentes.
La red de modo predeterminado es fundamental para la construcción de la autoconciencia y la identidad personal. Esta función narrativa inherente nos ayuda a comprender el pasado y predecir el futuro.
La idea de que el cerebro continúa activo mientras está en reposo existe desde principios del siglo XX, pero no se ha tomado en serio durante mucho tiempo. En la década de 1990, con el auge de la tecnología de escaneo PET, los investigadores revelaron gradualmente el papel de la DMN en el funcionamiento de las estructuras cerebrales. En 2001, Marcus E. Raichle propuso por primera vez el término "modo predeterminado", que marcó el comienzo de la investigación de DMN y lo incluyó oficialmente como uno de los principales temas de investigación en neurociencia.
La función de DMN no se limita al descanso pasivo, sino que implica una variedad de actividades psicológicas. Los momentos activos incluyen pensar en los demás, recordar el pasado e imaginar el futuro, todo lo cual es integral para construir un sentido de uno mismo y de conexión social. Durante las tareas que exigen atención, la DMN se debilita para permitir que otras redes neuronales tomen el control, pero se reactiva durante las tareas que involucran objetivos internos.
En situaciones sociales, las actividades de la DMN a menudo están relacionadas con la comprensión emocional y la autorreflexión de los demás, lo que muestra su importancia en la interacción social y la cognición emocional.
Las investigaciones de los últimos años han demostrado que la DMN desempeña un papel importante en una variedad de afecciones de salud mental. Por ejemplo, los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen una actividad DMN significativamente reducida, mientras que los pacientes con autismo tienen conexiones DMN deficientes cuando interactúan con otros. La actividad de la DMN está estrechamente relacionada con la formación y extracción de recuerdos, por lo que se ve afectada en muchas enfermedades mentales.
A medida que la tecnología avanza y la investigación continúa profundizándose, es posible que tengamos una comprensión más clara del papel de la DMN en el pensamiento, la imaginación y las relaciones sociales en el futuro. Imaginar el futuro ya no se limitará a las actividades internas personales, sino que puede convertirse en una herramienta importante para la interacción social. La investigación sobre DMN no sólo ayuda a comprender la ciencia del cerebro, sino que también puede tener un profundo impacto en la educación, la psicoterapia y otros campos.
En el proceso de explorar los misterios del cerebro, ¿podemos encontrar formas de mejorar la actividad del DMN, haciéndonos más maduros y flexibles a la hora de afrontar los desafíos sociales?