El ciclo de respuesta sexual humana consta de cuatro etapas: excitación, meseta, clímax y resolución. Este modelo, propuesto por primera vez por William H. Masters y Virginia E. Johnson en su libro de 1966 Human Sexual Response, sigue siendo una piedra angular de la investigación sexual en la actualidad. Aunque este modelo proporciona un marco básico para la fisiología sexual, con el tiempo los investigadores han descubierto diferencias significativas entre los sexos durante las etapas de la excitación sexual.
La fase de excitación es la primera etapa del ciclo de respuesta sexual, generalmente desencadenada por estimulación física o psicológica, como besos, caricias, etc. Las características principales de esta etapa incluyen el aumento de la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial. La encuesta encontró que aproximadamente el 82% de las mujeres jóvenes y el 52% de los hombres jóvenes aumentarían su sensación de excitación cuando su excitación sexual fuera estimulada directamente.
Diferencias en la excitación entre hombres y mujeresTanto en hombres como en mujeres, la fase de excitación provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.
En los hombres, el inicio de la excitación suele estar marcado por una erección del pene. El pene puede alcanzar una erección en pocos segundos y puede perderla y recuperarla parcialmente durante la fase de excitación. Además, a medida que aumenta la excitación, el escroto se contrae, tirando de los testículos hacia el perineo.
Para las mujeres, la fase de excitación puede durar desde unos minutos hasta varias horas. A medida que aumenta el flujo sanguíneo, se hace evidente la hinchazón del clítoris, los labios y la vagina. El revestimiento vaginal comenzará a secretar lubricación, los senos aumentarán ligeramente y los pezones se endurecerán.
Diferencias de género en las etapas de plataforma y clímaxLas mujeres exhiben una variedad de cambios fisiológicos durante la fase de excitación, incluida la hinchazón del clítoris y la lubricación vaginal.
Durante la etapa de meseta, la frecuencia cardíaca y la presión arterial de ambas partes aumentan aún más y muestran un placer sexual intenso. Las respuestas fisiológicas durante esta fase son similares entre los sexos, pero en los hombres esta fase suele ir acompañada de la secreción de semen, mientras que las mujeres experimentan un estrechamiento vaginal y una mayor lubricación.
Las mujeres experimentan contracciones del útero y la vagina durante el orgasmo, y las sensaciones varían de mujer a mujer.
Después del clímax, comienza la fase de resolución, durante la cual los músculos se relajan, la presión arterial baja y el cuerpo regresa gradualmente a un estado no excitado. Para los hombres, esta fase suele ir acompañada de un breve período de incapacidad para volver a entrar en excitación, el llamado período de re-respuesta, mientras que las mujeres pueden volver rápidamente a un estado de excitación y pueden alcanzar el orgasmo nuevamente.
Semejanzas y diferencias entre los sexosDebido a la existencia del periodo de reorgasmo, suele ser difícil para los hombres tener orgasmos repetidos en un corto periodo de tiempo, mientras que las mujeres tienen mayor probabilidad de alcanzar orgasmos múltiples.
Aunque las investigaciones de Masters y Johnson mostraron que el proceso de respuesta sexual es algo similar en ambos sexos, muchos estudios han señalado que todavía existen diferencias significativas entre las respuestas masculinas y femeninas. Por ejemplo, los hombres suelen reaccionar con relativa rapidez a la estimulación, mientras que la excitación de las mujeres puede ser más compleja y estar más influenciada por factores emocionales.
En la actualidad, los investigadores han propuesto diferentes modelos de respuesta sexual. Estos estudios no se limitan al nivel fisiológico, sino que también introducen factores psicológicos y emocionales para comprender de manera más completa las diferencias en el desempeño sexual entre ambos sexos.
La introducción de estos modelos no sólo mejora nuestra comprensión de la respuesta sexual, sino que también promueve el reconocimiento y el tratamiento de la disfunción sexual.
Al revisar diversos estudios sobre el ciclo de respuesta sexual humana, las diferencias entre los géneros no sólo se dan en manifestaciones fisiológicas, sino que también involucran múltiples niveles como la cultura, la emoción y la cognición. Ante tanta complejidad, no podemos evitar preguntarnos: En la búsqueda de una relación sexual más satisfactoria, ¿qué impacto tienen las diferencias de género en la compatibilidad de ambas partes?