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¿Alguna vez has pensado en qué factores dan forma a tu identidad cultural?
La identidad cultural es parte de la identidad personal e involucra muchos factores como la nacionalidad, la etnia, la religión, la clase social, la generación, la ubicación geográfica, el género, etc. La identidad cultural no es sólo una característica de un individuo, sino también una característica compartida por un grupo de personas con el mismo origen cultural. Esta identidad es dinámica y evoluciona en respuesta a experiencias sociales, culturales e históricas cambiantes. Para algunas personas, la identidad cultural cambia más, mientras que quienes cambian menos pueden tener una identidad cultural más clara y estable.
Los tres componentes centrales de la identidad cultural incluyen el conocimiento cultural, las etiquetas de categorías y las conexiones sociales. El conocimiento cultural se refiere a la conexión de identidad que un individuo establece a través de la comprensión de las características centrales de su cultura; las etiquetas de categoría son un tipo de conexión de identidad que se refleja al convertirse indirectamente en miembro de la cultura; la conexión social se refiere a la conexión de identidad que un individuo establece a través de la comprensión de las características centrales de su cultura; Establece en las relaciones sociales el reconocimiento de la identidad.
La comprensión de la cultura tiene múltiples capas y a menudo es controvertida. El término cultura es muy complejo y los estudiosos identifican aproximadamente 160 significados diferentes. La naturaleza dinámica de la cultura significa que cambia con el tiempo y el contexto, lo que hace posible que hoy en día muchas personas se identifiquen con una o más culturas y expresen su identidad cultural de diversas maneras.
La comprensión que las personas tienen de su propia identidad y de la de los demás comienza al nacer y está influenciada por los valores y actitudes de sus familias y comunidades circundantes. Los estudios culturales contemporáneos y las teorías sociales exploran diferentes aspectos de la identidad cultural, revelando que en diferentes contextos de identificación cultural, la identidad de un individuo puede ya no ser un todo completo, sino más bien una colección de diversos identificadores culturales.
Como dice un autor: "Cuando pensamos en la identidad, solemos definir el término como un conjunto de características físicas que nos distinguen de los demás. Al nacer, nuestros padres nos dan un nombre y nos identifican como niño o niña". . Nosotros.” La identidad va más allá de nuestros nombres, géneros, tiempos y lugares; es un proceso dinámico que evoluciona a lo largo de la vida.
Las divisiones culturales son muy sutiles en algunas zonas, especialmente en ciudades que cambian rápidamente, donde los grupos étnicos son diversos y la cohesión social se basa principalmente en la proximidad geográfica. Como "depósito de historia", la cultura desempeña un papel importante en la formación de la identidad. Muchos grupos revisarán consciente o inconscientemente sus registros históricos para fortalecer su identidad cultural o buscar la legitimidad del cambio cultural.
Algunos críticos de la identidad cultural argumentan que el mantenimiento de la identidad cultural se basa en la diferencia y puede convertirse en una fuerza divisoria en la sociedad, mientras que el cosmopolitismo permite a los individuos adquirir un sentido más fuerte de ciudadanía común. El Estado proporciona un marco para la realidad cultural externa y la identidad cultural, influyendo a los individuos en su realidad cultural interna.
Existe una estrecha relación entre la identidad cultural y los nuevos medios. La identidad cultural no refleja simplemente las interacciones de un individuo dentro de un grupo particular, sino que puede definirse por redes sociales que se configuran imitando y siguiendo las normas sociales presentadas en los medios. Esto significa que los individuos ya no aprenden conductas y conocimientos únicamente de grupos culturales o religiosos, sino que construyen su identidad cultural a través de los medios de comunicación.
“La identidad cultural es la suma de la riqueza material y espiritual creada por los seres humanos en la práctica social e histórica”.
En la sociedad actual, la lengua también influye en cierta medida en la formación de la identidad cultural. El lenguaje permite a las personas comunicar sus valores, creencias y costumbres. Desde hace mucho tiempo se cree que si un niño pierde su lengua materna, pierde parte o la totalidad de su identidad cultural. Los hablantes no nativos de inglés a menudo sienten que su lengua materna no tiene valor cuando sólo pueden tomar clases en inglés, lo que puede llevar a un cambio drástico en su identidad cultural.
Además, en los entornos educativos a menudo se descuidan los debates sobre la identidad cultural. Cuando los educadores no abordan cuestiones de identidad cultural en el aula, su desarrollo educativo y social es limitado. Por lo tanto, cuando las escuelas pueden apoyar a estudiantes de diferentes orígenes y ayudarlos a explorar sus identidades culturales, podrán entenderse mejor entre sí y ampliar sus propias visiones del mundo.
En la experiencia inmigrante, el desarrollo de la identidad exhibe un fenómeno multidimensional de adición y discontinuidad. Las investigaciones han demostrado que las personas con una identidad bicultural tienen mejores posibilidades de adaptarse a la vida y a la escuela en un nuevo país de residencia. Las escuelas y la sociedad deberían brindar oportunidades para que los jóvenes inmigrantes mantengan contacto con su cultura nacional y aprendan sobre la cultura local para ayudarlos a tener éxito en la adaptación a la nueva cultura.
¿Alguna vez has pensado en tu propia identidad y te has dado cuenta de las múltiples influencias de la cultura, el idioma y el entorno, y cómo estos factores continúan moldeando quién eres hoy?
