En la sociedad actual que cambia rápidamente, el concepto de identidad cultural se ha vuelto más complejo. Como parte de la autopercepción personal, la identidad cultural está estrechamente relacionada con la nacionalidad, la raza, la religión, la clase social y otros factores. Con la aceleración de la globalización, la identidad cultural de las personas enfrenta desafíos sin precedentes.
La identidad cultural es un proceso fluido que continúa evolucionando dentro del discurso de la experiencia social, cultural e histórica.
Para muchas personas, la identidad cultural es dinámica y estable, lo que significa que pueden mantener una autocomprensión relativamente clara en medio de la integración y el cambio cultural. Sin embargo, este proceso no es fácil de realizar para todos. Algunas personas pueden experimentar múltiples cambios en la identidad cultural debido a experiencias de vida y cambios ambientales. El conocimiento cultural, las etiquetas categoriales y las conexiones sociales son tres elementos importantes que constituyen la identidad cultural. El conocimiento cultural se refiere a la comprensión que tiene una persona de las características centrales de su cultura, mientras que las etiquetas de categorías representan una identificación indirecta de membresía y los vínculos sociales reflejan la posición de un individuo en las relaciones sociales.
La formación de la identidad cultural es un proceso de varias etapas que comienza cuando una persona comprende la cultura a través de la inmersión en valores, creencias y prácticas específicas, luego se autoidentifica en términos de quiénes son en la comunidad y, en última instancia, forma relaciones con la familia. , Relaciones con amigos y entorno social.
Con el progreso de la globalización, podemos observar la relación interactiva entre los individuos y los jueces culturales en la sociedad moderna. Los académicos señalan que la cultura local, el género, la historia y la experiencia personal se han convertido en factores clave en la configuración de la identidad personal. Esto significa que la identidad cultural ya no es simplemente una cuestión de etnicidad o ubicación geográfica, sino una red compleja de identidades múltiples. Como dijo un autor:
La identidad es un elemento dinámico que evoluciona a través de diferentes etapas de la vida de un individuo.
Sin embargo, esta liquidez tiene un precio. Muchos críticos sociales creen que la preservación de la identidad cultural basada en las diferencias puede convertirse en una fuerza divisiva en la sociedad. Sostienen que el globalismo y la ciudadanía compartida pueden conectar mejor a las personas. El Estado, como marco de la identidad cultural, desempeña un papel en la configuración de la realidad cultural interna del individuo.
Bajo la influencia de los nuevos medios, la definición de identidad cultural también está cambiando. Los estándares de comportamiento mostrados por las redes sociales y los medios de comunicación de las personas a menudo se convierten en una base importante para construir su identidad cultural. Para muchas generaciones más jóvenes, las redes sociales no sólo proporcionan una plataforma para el intercambio cultural, sino que también amplían las posibilidades de la identidad cultural. Estos cambios han desencadenado una vez más nuestro pensamiento sobre la identidad cultural: en un entorno multicultural, ¿cómo equilibran los individuos la influencia de diferentes culturas y su propia identidad?
La lengua, como núcleo de la cultura, es sin duda una parte importante en la construcción de la identidad cultural. Las investigaciones han encontrado que cuando a los estudiantes no nativos se les pide que hablen sólo inglés, experimentan problemas con su experiencia cultural e incluso sienten que el valor de su idioma original disminuye. Este proceso no sólo afecta su uso del lenguaje, sino que también nos recuerda una vez más la fragilidad y multiplicidad de la identidad cultural.
El debate sobre la identidad cultural en entornos educativos a menudo enfrenta dificultades. Los malentendidos causados por diferencias culturales entre profesores y estudiantes pueden obstaculizar la educación. En tal situación, el diálogo y la discusión pueden promover eficazmente la comprensión y la aceptación de la identidad cultural. Cuando los estudiantes son capaces de reconocer las identidades culturales de los demás, no sólo mejoran su sentido de identidad propia, sino que también construyen amistades interculturales y mejoran la integración social.
En cuanto al desarrollo de la identidad cultural de los grupos de inmigrantes, investigaciones relevantes muestran que el proceso de adaptación a una nueva cultura no es un proceso unidireccional, sino un resultado interactivo bidireccional. Las investigaciones muestran que el desarrollo de una identidad bicultural a menudo proporciona a los inmigrantes una mejor adaptabilidad. Los formuladores de políticas y los educadores deben ser conscientes de que las medidas de apoyo cultural para apoyar a los inmigrantes pueden mejorar su calidad de vida en su nuevo entorno.
En el contexto de la globalización de la identidad cultural, el pulso social y la diversidad cultural impregnan nuestra vida diaria. Sin embargo, a medida que estas culturas se mezclan, también debemos reflexionar: ¿Cómo encontrarán las identidades culturales futuras su lugar en este entorno en constante cambio y mantendrán su singularidad y coherencia?