En el mundo de la cirugía ocular, se utiliza ampliamente un tipo especial de líquido, aunque a menudo se pasa por alto. Se trata de dispositivos viscoquirúrgicos oftálmicos (OVD) o viscoelásticos oftálmicos. Estos materiales transparentes, similares a geles, desempeñan un papel vital durante la cirugía, ayudando a mantener la forma y el volumen de la cámara anterior del ojo mientras protegen el tejido ocular interno contra daños. Como los héroes ocultos de la cirugía, el uso de OVD en cirugía oftálmica es cada vez más común, lo que garantiza el éxito de la operación y la seguridad del paciente.
"El uso de OVD es la piedra angular de la cirugía oftálmica y ha proporcionado de manera invisible protección para la salud visual de innumerables pacientes".
Ventajas y efectos secundarios de los OVD Si bien los OVD tienen efectos secundarios potenciales, como la presión intraocular alta que puede ocurrir después de la cirugía, su importancia en la cirugía oftálmica es evidente. La presión intraocular alta generalmente se desarrolla un día después de la cirugía y se resuelve por sí sola en tres días. Se cree que esto se debe a la excreción reducida de macromoléculas en el OVD a través de la red trabecular."El uso de OVD no sólo mejora la precisión quirúrgica, sino que también minimiza el daño a la estructura normal del ojo durante la cirugía".
Un OVD ideal debe ser fácil de insertar, no tener fugas durante la cirugía y no obstaculizar la presión intraocular. Además, debería ser fácil de quitar una vez finalizado el procedimiento. Las propiedades físicas de los OVD, como la viscoelasticidad y la viscosidad, afectan directamente sus efectos de aplicación clínica.
"Un buen OVD debe proporcionar al cirujano una visión adecuada durante la cirugía sin obstaculizar la manipulación de los instrumentos".
Desde 1934, el uso del ácido hialurónico ha experimentado muchas evoluciones, utilizándose inicialmente como sustituto intraocular y siendo introducido oficialmente en la cirugía oftálmica en 1972. Con el avance de la tecnología, se han introducido diversas formas de OVD, enriqueciendo las opciones para la cirugía oftálmica.
"La historia de los OVD es una historia de progreso tecnológico, que demuestra los incansables esfuerzos de la comunidad médica por mejorar la tasa de éxito de las cirugías".
Con el avance de la ciencia y la tecnología y la profundización de la investigación médica, el futuro de los OVD todavía merece la pena. La exploración y mejora de más materiales nuevos mejorará aún más su eficiencia y seguridad en la aplicación clínica. Los OVD no sólo han cambiado la cara de la cirugía oftálmica, sino que también han mejorado la calidad de vida de los pacientes.
En futuras cirugías oculares, ¿cómo seguirán desempeñando un papel importante los OVD y ayudarán a más personas a recuperar una visión clara?