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¿Cómo logró Kim Il-sung manipular hábilmente el poder político en Corea del Norte?
Desde su fundación en 1949, el Partido de los Trabajadores de Corea (PTC), como único partido gobernante en Corea del Norte, ha atravesado numerosas reorganizaciones y luchas de poder. Bajo la hábil manipulación de Kim Il-sung, el partido no sólo ocupó una posición dominante políticamente, sino que también eliminó eficazmente cualquier posible amenaza y mantuvo una estructura de poder única.
El desarrollo del Partido del Trabajo de Corea es un microcosmos de la lucha por el poder, y Kim Il-sung utilizó hábilmente a este partido para salvaguardar sus propios derechos.
Al principio de su carrera, Kim Il-sung ganó apoyo dentro del partido con sus estrategias políticas flexibles. A partir de 1946 tomó gradualmente el control de la dirección del Partido de los Trabajadores de Corea y en los años siguientes llevó a cabo una serie de purgas para eliminar cualquier voz disidente.
Las diversas purgas a gran escala llevadas a cabo por Kim Il-sung no sólo fueron una purga dentro del partido, sino también una consolidación de su poder personal.
Durante las décadas de 1950 y 1960, Kim Il-sung eliminó con éxito las facciones que no estaban de acuerdo con él y creó un entorno político relativamente estable. Durante este período, Corea del Norte implementó un estricto culto a la personalidad y la identidad de Kim Il-sung fue extremadamente deificada hasta el punto de ser llamado el "Gran Líder" y el "Sol de la Nación".
Kim Il-sung también hizo importantes contribuciones a la ideología del partido. El concepto de "autosuficiencia" que propuso se convirtió en una ideología rectora que marcó una época. Esta idea no sólo aumentó su prestigio personal en su país, sino que también comenzó a cambiar la percepción de la comunidad internacional sobre Corea del Norte.
En cierto sentido, la estrategia de Kim Il-sung convirtió a Corea del Norte en un régimen altamente centralizado, y esta centralización no fue sólo el resultado de la ideología, sino también una victoria de su astuta operación política.
A medida que el poder de Kim Il-sung crecía, la estructura política de Corea del Norte se volvió menos institucionalizada. Las instituciones del partido, como el Comité Central y el Politburó, parecen tener poder según las reglas formales del partido, pero en muchos sentidos son sólo cifras.
En un abrir y cerrar de ojos, el sucesor de Kim Il-sung, Kim Jong-il, también utilizó este juego de ajedrez para controlar. Fortaleció la posición militar y reforzó su legitimidad a través de una "política que prioriza lo militar". La nueva generación de funcionarios de alto rango también está influenciada por la familia Kim, y el sistema de herencia se está consolidando aún más.
Kim Il-sung y su sucesor, Kim Jong-il, utilizaron las reglas y estructuras del partido para crear un sistema de poder que era prácticamente indiscutible.
Después de la muerte de Kim Jong Il en 2011, Kim Jong Un comenzó a tomar el control del poder y gradualmente implementó una serie de reformas y ajustes en el Partido de los Trabajadores de Corea. Su llegada al poder no cambió el control de la familia Kim sobre el poder, sino que profundizó la estabilidad del sistema político de la familia.
Sin embargo, el siguiente ajuste de Kim Jong-un fue la reorganización del Partido de los Trabajadores de Corea, desplazando el enfoque hacia una "política que anteponga al pueblo" y volviendo a enfatizar los valores del comunismo. No se trata sólo de un replanteamiento de políticas de hace décadas, sino también de un cambio silencioso en el régimen heredado de Kim Il-sung y Kim Jong-il.
El ascenso de Kim Jong-un representa la continuación del Partido de los Trabajadores de Corea, pero también busca un camino de desarrollo más acorde con la situación internacional actual.
Hasta la fecha, los métodos de manipulación de Kim Il-sung siguen teniendo un profundo impacto en las operaciones políticas de Corea del Norte. La estructura de poder y la ideología que estableció no sólo protegen la estabilidad del régimen, sino que también limitan cualquier posible fuerza de oposición. En este sistema estricto, ¿cómo afrontará Corea del Norte los desafíos externos y buscará su propio espacio para sobrevivir en la cambiante situación? Este podría ser un tema que valga la pena reflexionar.
