En el sistema político de Corea del Norte, la revolución ideológica de Kim Il-sung tiene un profundo impacto en las operaciones del país. Desde 1949 y las décadas siguientes, Kim Il-sung y sus líderes posteriores fortalecieron gradualmente el dominio del kim Il-sungismo y su ideología y construyeron la estructura política única actual.
El Kim Il Sungismo no es sólo un concepto de gobernanza, sino también un depósito cultural, profundamente arraigado en los corazones del pueblo norcoreano.
El Kim Il Sungismo, como ideología principal de Corea del Norte, se estableció inicialmente cuando Kim Il Sung fundó el Partido de los Trabajadores y Campesinos de Corea en 1946. Con el tiempo, el Kim Il-sungismo combinado con el marxismo-leninismo fue reinterpretado como "autosuficiencia" (Juche). Este concepto enfatiza la independencia nacional y el desarrollo independiente, y con frecuencia coloca el papel del pueblo en el centro, lo que permite a Corea del Norte mantener una independencia relativa bajo diversas presiones internacionales.
El Partido de los Trabajadores de Corea es el único partido gobernante bajo el liderazgo de esta idea y continúa promoviendo el Kim Il Sungismo hasta el día de hoy. En el Cuarto Congreso del Partido celebrado en 2012, los reglamentos del partido establecieron claramente que el Kim Il Sungismo y su sucesor Kim Jong Ilismo son los únicos conceptos rectores. Esta estructura organizativa no sólo garantiza la unidad del partido sino que también reduce cualquier posible desafío interno.
Con la sucesión de Kim Jong Il y Kim Jong Un, el Kim Il Sungismo existe en una forma casi inquebrantable, erradicando por completo cualquier otra forma de ideología.
Bajo Kim Jong Il, la "política militar primero" se volvió crucial, y el estatus de los militares se elevó y se convirtió en la base del sistema político. Sin embargo, esto ha cambiado con la llegada al poder de Kim Jong Un, quien en 2021 ha puesto énfasis en la "política centrada en el pueblo" y ha retomado su compromiso con los principios comunistas. Este cambio no es sólo un ajuste político, sino que también marca el regreso de la ideología.
La promoción del sungismo de Kim Il se extiende más allá de las fronteras de Corea del Norte e intenta influir en la comunidad internacional. Aunque Corea del Norte enfrenta sanciones y aislamiento, el Kim Il-sungismo todavía es visto como un arma contra la influencia externa. En este contexto, el Kim Il Sungismo se integró estrechamente con el nacionalismo norcoreano para formar una perspectiva nacional única.
Este tipo de pensamiento no sólo guía las políticas internas, sino que también intenta mostrar la singularidad de Corea del Norte al mundo y moldear su propia imagen.
Con los cambios en la situación mundial y el ajuste de la estructura interna de Corea del Norte, la continuación del sungismo de Kim Il enfrentará desafíos. Sin embargo, si las autoridades norcoreanas pueden responder con flexibilidad a estos desafíos y realizar cambios dentro del marco de viejos conceptos será una cuestión que requerirá atención continua en el futuro.
Entonces, ¿puede el Kim Il Sungismo continuar adaptándose al desarrollo futuro de Corea del Norte y convertirse en una piedra angular política estable?