En el viaje de crecimiento de un niño, el autoconcepto es como una semilla que brota gradualmente con el tiempo. El autoconcepto se refiere a la identificación que hace una persona de sus propios rasgos, habilidades y valores, y este proceso es particularmente crítico en la vida temprana de un niño, especialmente antes de que cumpla 3 años.
Las investigaciones muestran que el autoconcepto de un niño afecta no sólo su desarrollo emocional, sino también la forma en que interactúa con el mundo que lo rodea.
La formación del autoconcepto comienza con las conexiones emocionales con otras personas importantes, un proceso que es particularmente crítico en los primeros años después del nacimiento. Una relación de apego es una conexión emocional profunda entre un niño y su cuidador principal. Las investigaciones de los famosos psicólogos John Bowlby y Mary Ainsworth señalan que existen cuatro etapas en la formación del apego, entre las que se incluyen la respuesta social indiferente, la respuesta social preferida, el comportamiento de base segura del apego y la asociación.
En estas relaciones de apego, los niños aprenden confianza y seguridad, que son fundamentales para su desarrollo socioemocional posterior. Un apego seguro, como el de apego seguro, permite que los niños se sientan más seguros mientras exploran el mundo y tengan apoyo emocional cuando lo necesitan.
Los niños con apego seguro suelen tener más confianza social y pueden adaptarse a nuevas situaciones con mayor facilidad.Exploración preliminar de la experiencia emocional
Durante los primeros años de vida, los niños comienzan a interactuar con el mundo de una manera emocional. Según las investigaciones, desde el nacimiento, los bebés son capaces de responder a estímulos desagradables con manifestaciones como el llanto y la sonrisa. A medida que los niños crecen, aprenden a expresar diferentes emociones y a reconocer las emociones de los demás.
Por ejemplo, alrededor de los 6 meses de edad, los niños comienzan a mostrar respuestas emocionales más pronunciadas, con una capacidad inicial para reconocer interacciones tanto positivas como negativas. En este momento, los niños comienzan a comprender las emociones básicas y establecen una comprensión preliminar de sí mismos.
La referencia social es una habilidad importante que los niños aprenden entre los 8 y 10 meses de edad. Al observar las reacciones de sus cuidadores principales, los niños pueden aprender sobre el peligro o la seguridad en su entorno. En el clásico experimento del acantilado visual, los niños usan las expresiones faciales de sus cuidadores para decidir si cruzar una zona sospechosa.
El comienzo de la autoconcienciaEsta capacidad de referencia social no sólo promueve la comprensión de las emociones por parte de los niños, sino que también les ayuda a comprender los pensamientos y sentimientos de los demás.
Alrededor de los 18 a 24 meses de edad, los niños comienzan a desarrollar un sentido de sí mismos, lo que hace que comiencen a experimentar emociones autoconscientes, como la vergüenza y el orgullo. Durante este período, son capaces de pensar en la relación entre su comportamiento y las evaluaciones de los demás y responder en consecuencia.
Por ejemplo, cuando los niños sienten asombro o timidez después de hacer algo, comienzan a darse cuenta de cómo estos sentimientos están influenciados por su comportamiento y las expectativas de los demás.
Entre los 3 y los 6 meses, los niños aprenden gradualmente a participar en interacciones sociales simples, comunicándose con sus cuidadores mediante sonrisas y gruñidos. Esta comunicación es la piedra angular de las relaciones de los niños con los demás y, a medida que crecen, sus interacciones se vuelven más ricas.
Durante esta fase comenzaron a aparecer los juegos cooperativos y los juegos de rol. Estos juegos no son sólo puro entretenimiento, también son una plataforma importante para que los niños aprendan a interactuar con los demás y a lidiar con las emociones sociales.
A través del juego de roles, los niños pueden practicar habilidades sociales como la resolución de conflictos, la negociación y la cooperación.
En resumen, los niños menores de 3 años se encuentran en un período crítico de desarrollo del autoconcepto. Poco a poco, van construyendo su comprensión y conocimiento de sí mismos a través de interacciones con sus cuidadores, expresiones emocionales, referencias sociales y juegos de roles. Como cada paso de este proceso es tan importante, puede hacer que la gente piense profundamente: ¿Qué otros factores clave afectan la formación de nuestro autoconcepto durante nuestro crecimiento?